Así prepara Joan Laporta la revolución de la plantilla del Barça

La lista de bajas es más amplia cada día que pasa. La indignación de los gestores del FC Barcelona va en aumento por los resultados cosechados por el equipo desde que ilusionara a la afición tras el 0-4 en el Santiago Bernabéu. Y no hay muchos motivos para el optimismo pues quedan cinco jornadas y hay la obligación de acabar, como mínimo, en puestos de Champions y, como reto prioritario, lograr el segundo puesto que da acceso a la próxima edición de la Supercopa de España (hay 9 millones más en juego). El Barça sabe que está entre la espada y la pared. Al tiempo que se piensa en el futuro a corto plazo, hay que pensar en la configuración de la próxima plantilla.

Y es allí donde Joan Laporta y la secretaría técnica está sentando las bases de lo que va a ser una revolución en mayúsculas. Se considera que esta plantilla precisa una renovación total y debe producirse este verano. Sin más dilación. Se trata de una decisión innegociable y, de momento, se buscarán fórmulas para tener el músculo económico para hacer frente a ella. Los análisis internos coinciden que el club debe llevar a cabo una reforma estructural de la plantilla porque el nivel no es el adecuado.

En esta línea, el club está dispuesto a tomar todas las decisiones necesarias, incluso la liquidación de contratos ya sea pagado a plazos o de golpe. Se considera que los protagonistas de los que salen en la foto de los desastres europeos en las últimas siete temporadas son siempre los mismos y esta temporada vuelven a estar allí. Y por partida doble, en Europa y en España.

De la misma manera que hay la voluntad de hacer una liquidación masiva, existe también la otra cara de la moneda. El club considera que hay jugadores claves para afrontar el futuro, en los que sentar las bases. Y estos son los siguientes: Eric García (con varios interrogantes), Araujo, Gavi, Nico, Pedri, Ferran y Fati. El club cree que, pese a su juventud, ya han demostrado su valía y que pueden convertirse en los pilares en los que se sustente el nuevo Barça. El resto de jugadores están en la rampa de salida. El cluba avala la necesidad de fichar a jugadores de mayor nivel. No jugadores de segunda fila sino contrastados y de rendimiento inmediato con mayores capacidades a los existentes. 

En cierta forma, lo que planea Joan Laporta es la de llevar a cabo una revolución como la que se hizo en 2003, cuando llegó a la presidencia, que echó a 14 jugadores e incorporó a 11. El momento se considera parecido y la decisión debe ser similar. Operación a corazón abierto. El diseño está decidido y a partir de hoy mismo el club empezará a tomar medidas para que sea posible a nivel económico. Y estamos hablando de operaciones como la CVC o la venta de una parte de Barça Studios o de BLM para tener liquidez de forma inmediata.

La actual junta directiva, que llegó con la voluntad de cambiar la dinámica perdedora, entiende que se ha acabado la paciencia con estos jugadores y es el momento de abrirles la puerta de salida. El verano se prevee movido por las dificultades que siempre comporta un proceso de esta magnitud.