Paulinho, el llegador imparable

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Javier Giraldo

Javier Giraldo

En su cuarto partido liguero como titular, Paulinho se graduó en San Mamés: el centrocampista brasileño firmó un partido muy completo actuando como teórico interior izquierdo, pero ejerciendo de manera esporádica como pivote y protagonizando numerosas llegadas desde la segunda línea al área del Athletic.

Hubo que esperar al minuto 92, pero Paulinho volvió a acudir a su cita con el gol. Lo hizo tras acompañar un contragolpe orquestado por Messi, continuado por Suárez, que chutó a puerta, y culminado por el brasileño.

Paulinho recogió el rechace de Kepa para marcar con toda la tranquilidad del mundo, epílogo de un partido vibrante y especialmente complicado para el Barça. Es su tercer gol en la Liga. 

El brasileño demostró en Bilbao todas sus virtudes: defendió con solvencia, dejó claro que es un jugador casi imbatible en el cuerpo a cuerpo (fue varias veces al choque con Raúl García), combinó bien con sus compañeros y se acercó con peligro a los dominios de Kepa. Como llegador desde segunda línea, no tiene rival.

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más que un bregador

Llegado al Barça con la etiqueta de centrocampista bregador, Paulinho demostró que es mucho más: en el césped dejó detalles de calidad, como un quiebro sin balón o un sombrero a Raúl García. 

Su primer disparo a puerta llegó en el minuto 29, un remate desviado. Diez minutos después, estuvo a punto de marcar, incorporándose desde el centro del campo y aprovechando un buen pase atrás de Messi para conectar un remate seco que se estrelló en la escuadra izquierda de Kepa.

Antes, había participado en la jugada más fantasiosa , una pared con Messi y Suárez al borde del área rival que dejó al argentino solo frente a Kepa. Messi lo quiso hacer aún más bonito y a la hora de superar al portero rival, su remate se fue al poste.

Otro de los detalles que dejó el partido del brasileño fue su presencia junto a Messi y Suárez en la ejecución de las faltas: no llegó a lanzar ninguna, pero de manera muy sutil, el brasileño ofreció su candidatura para convertirse en un futuro en lanzador esporádico de faltas

una segunda parte discreta

En la segunda parte, como el resto del equipo, Paulinho bajó sus prestaciones: tuvo menos presencia en el juego ofensivo y le costó contener las embestidas del Athletic, que se movió más por impulsos que por fútbol.

La posesión del balón fue del Athletic y Paulinho tuvo problemas para cortar las combinaciones del rival en el centro del campo.

Amonestado

Paulinho vio tarjeta amarilla en el minuto 74 por una falta a Williams: el Atheltic amenazaba con montar un contragolpe y el brasileño lo cortó de raíz.

El '15' del Barça acabó el partido convertido en teórico interior izquierdo, pero obligado por las circunstancias a defender el 0-1 con uñas y dientes y renunciando a sus llegadas al área.

Paulinho disputó su segundo partido completo en Liga, después de hacerlo también ante el Eibar