Neymar-Lustig, intenso 'romance' durante 76 minutos
Neymar se marchó de Celtic Park sin marcar pero con un nuevo 'amigo'. El delantero brasileño del Barça se las tuvo tiesas con el sueco Mikael Lustig, con quien vivió un romance desde el primer minuto hasta que el azulgrana fue sustituido. Una vez más, la forma atrevida de jugar de 'Ney' provocó frustración en su marcador, aunque el ex del Santos, todo sea dicho, también contribuye a veces a que salten chispas con su actitud poco conciliadora.
Ya en los primeros instantes, el sueco quiso dejar claro que sería contundente en todos los uno contra uno. La primera vez que Neymar le encaró, éste no se cortó un pelo a la hora de propinarle una patada por detrás. Poco después, en un contragolpe, 'Ney' pudo esquivar una fuertísima entrada que de haberle alcanzado debería haber sido, como mínimo, tarjeta 'naranja'. Mientras Lustig se 'ocupaba' del brasileño, Brown, el mismo que hace un par de años fue expulsado con roja directa por una patada a Neymar cuando el '11' estaba en el suelo, se encargaba de ir repartiendo estopa: primero al tobillo de Messi y después a Busquets.
En la segunda mitad, la intensidad subió. Los roces entre Neymar y Lustig pasaron al siguiente nivel: cada vez que disputaban un balón, se mascaba la tensión entre ambos. Ya ninguno se preocupaba en disimularlo.
Con 0-2 en el marcador, Neymar se metía en el área pero Lustig envió a córner llevándose balón y jugador por delante. Sin ser falta, esa acción no gustó nada al brasileño. Acto seguido, hubo 'vendetta'. Y ahí sí se formó el lío. Ambos se encararon diciéndose de todo y el colegiado solucionó la polémica con una amarilla para cada uno. Una tarjeta que hizo feliz a Neymar, pues ser amonestado para pasar limpio a octavos es lo que quería el azulgrana.
Ya apercibido, Lustig intentó que el brasileño viera la segunda amarilla en una falta del brasileño en la que el jugador del Celtic exageró para ver si picaba el árbitro. Orsato no cayó en la trampa, pero estuvo poco listo ahí el '11'.
Poco después, Luis Enrique quitó a Neymar e incluso mientras se iba del campo mantenía su pique con un Lustig que seguía intentando que el delantero cayera en la trampa.
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