Messi vuelve a sentirse futbolista en Milán

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Aunque solo hayan sido cuatro partidos de ausencia, la vida sin Leo Messi se hace extraña en can Barça. El argentino suele copar todo el protagonismo tanto en desplazamientos, como en entrenamientos y partidos, por lo que el hecho de que haya desaparecido estas últimas dos semanas del día a día del FC Barcelona ha tenido un componente de rareza. 

Pero todo eso se acabó. El astro, el gran referente del barcelonismo, volvió ayer al primer plano de la actualidad azulgrana. A pesar de un error de picaje en el twitter del Barça que sembró la incertidumbre (no salía en el tuit de la cuenta oficial del club en inglés), su presencia en el vuelo que llevó a la expedición rumbo a Milán disipó todas las dudas. Messi estaba sonriente, casi radiante. Tenía ganas de volver a la ‘actividad’, de sentirse de nuevo futbolista, de recuperar esa rutina que tanto le gusta porque significa que está cerca de eso que le apasiona y que tan bien se le da, jugar al fútbol.

Dudas sobre el codo

Valverde avisó en rueda de prensa que “no vamos a arriesgar con Messi”. Leo ha vuelto a entrar en la dinámica del grupo, pero eso no significa que nadie vaya a volverse loco para verle de nuevo sobre el rectángulo de juego. “Vamos a ver qué tal está a nivel de sensaciones, de seguridad. Sabemos que en cuanto a movimientos está recuperado”. Una afirmación que nos dejó algunas dudas durante la sesión de entrenamiento abierta a los medios. Se vio al astro argentino con su brazo derecho muy rígido, sin apenas moverlo del cuerpo.

No sabemos si se trataba de una mera posición de seguridad, para no forzar. Evidentemente, la duda de si entrará o no en la convocatoria definitiva y de si estará OK para ser de la partida se mantendrá hasta instantes previos al choque. El traumátologo Miquel Llobet aseguró ayer a los micrófonos de Catalunya Ràdio que el tipo de fractura que ha sufrido Leo no tiene mayor riesgo porque no sufrió desplazamiento”. En cualquier caso, ‘D10S’ está de vuelta y, como es habitual, los compañeros se vanaglorian y los rivales le temen. Nada nuevo en el frente.