Martínez Vilaseca, una vida dedicada a descubrir talentos

Sus últimas adquisiciones para el fútbol base fueron el serbio Bojan Krkric y el israelí Gay Assulin

Joan Martínez Vilaseca es de aquellas personas que, pese a estar siempre en su segundo plano mediático, pueden llegar a ahorrar cientos de millones de euros en el club donde trabajan. Su gran talento es descubrir joyas en bruto cuando todavía están por pulir tanto en el mercado nacional como internacional. Gracias a su ojo avizor, el Barcelona pudo formar a jugadores como Amor, Iván de la Peña, Arteta, Bojan o más recientemente Gay Assulin. La lista es, de hecho, inabordable para este espacio tan corto, ya que tendrían que incluir unos sesenta nombres.

Martínez Vilaseca nació el 4 de junio de 1943, por lo que había cumplido ya 65 años. Al parecer de Txiki, un pecado ineludible e ineluctable. Tras una carrerra digna en Primera División -jugó ocho temporadas con el Espanyol-, Vilaseca colgó las botas para dirigir sus miras hacia los aspectos técnicos del fútbol.

En 1979 entró en las categorías inferiores del Barcelona como entrenador. Su excelente trabajo fue dando sus frutos hasta alcanzar el banquillo del Barcelona Atlètic. En 1995 dio un nuevo salto en su carrera profesional dentro del club blaugrana y se erigió como máximo responsable del fútbol base. Tres años después sustituyó a Bobby Robson como director de fichajes del club de la mano del entrenador holandés Louis Van Gaal. Posteriormente se responsabilizó de la gestión y supervisón de los ojeadores que tenía el club repartidos por el mundo en busca de talentos en ciernes. Esta función era la que ejercía hasta día de hoy, junto a la de 'espiar' a los rivales que se enfrentaba el Barcelona en la Liga de Campeones y hacer los informes para los técnicos.

No hay duda de que una persona con semejante 'currículum' blaugrana se merecía una salida un poco más digna del club donde dio su vida profesional.