Los guardianes del estilo Barça, la clave del éxito desde 2008

El FC Barcelona completó una brillante temporada 2015/16 con su victoria en la final de la Copa del Rey frente al Sevilla (2-0), sumando el cuarto título del curso y confirmando con el séptimo doblete de su historia que el ciclo blaugrana es una época que simbolizan como nadie los 'guardianes del estilo' Andrés Iniesta, Leo Messi, Sergio Busquets y Gerard Piqué.

Desde el verano de 2008, en el banquillo del FC Barcelona se han sucedido hasta cuatro técnicos: Josep Guardiola, Tito Vilanova, Gerardo Martino y Luis Enrique Martínez.

La continuidad a lo largo de estos ocho años de fútbol ha sido una identidad futbolística fraguada en base a la línea que marcaron Johan Cruyff, Louis van Gaal y Frank Rijkaard. La escuela del Ajax importada a La Masia como el origen del adn futbolístico blaugrana del siglo XXI.

Pep Guardiola volvió a formular con más potencia este concepto futbolístico y el fruto han sido los 23 títulos desde la temporada 2008-09. Títulos ganados estableciendo récords como el sextete (la campaña más floja fue la del Tata, la 2013-14, en la que el Barcelona solo levantó una Supercopa de España) y por encima de todo universalizando su estilo creado en torno al balón como arma de defensa y ataque.

LOS GUARDIANES DEL ESTILO

Pero una idea, se debe plasmar en el terreno de juego. Y el Barcelona, para conseguirlo, ha contado durante la última década con los mejores intérpretes posibles de ese concepto futbolístico.

En la memoria colectiva quedan referentes como Víctor Valdés, Carles Puyol o Xavi Hernández, personificación del 'fútbol asociación'. Pero lo más importante es que ese modelo tiene plenas garantías de continuidad a través de cuatro futbolistas formados en el club, que interpretan como nadie esa concepción del fútbol y que forman la columna vertebral del equipo.

Andrés Iniesta, el ahora capitán del Barça, llegó al primer equipo de la mano de Louis van Gaal, como Frank Rijkaard dio la alternativa a Leo Messi, y Josep Guardiola repatrió a Gerard Piqué y promocionó a Sergio Busquets.

A simple vista, puede parecer que poca cosa tienen en común, más allá de estar formados en la cantera del Barça. La capacidad para el juego por alto y el cuerpo a cuerpo de Piqué está en el lado opuesto de la explosividad de Leo Messi. La capacidad para romper las líneas contrarias en el uno contra uno de Iniesta no es lo mismo que el excelente posicionamiento de Busquets en cada momento del partido.

Y es que no se trata de armar un equipo con once clones, sino de sumar once talentos capaces de asociarse en torno al balón para atacar y defender, dispuestos a sacrificarse por el grupo.

Y la correa de transmisión ha sido, es, esa línea invisible que trazan Gerard, Sergio, Andrés y Leo. Si a esta columna vertebral le sumas futbolistas de la talla de Thierry Henry, Mascherano, Rakitic, Luis Suárez o Neymar, el resultado es una década de excelente fútbol y títulos, marcando una era.