Los dos meses más increíbles de Ansu Fati

Las primeras palabras de Ansu Fati con la selección

Ansu Fati concedió una entrevista exclusiva con los medios de la SeFutbol en la que analiza su convocatoria con la sub'21 / SeFutbol

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

Hace apenas dos meses que el joven delantero hispano-bisauguineano Ansu Fati recibió una llamada que cambió de un día para otro su vida de forma drástica. Nada es igual desde entonces. Aquel día le comunicaron que tenía que presentarse en la Ciutat Esportiva Joan Gamper para entrenarse con el primer equipo blaugrana a las órdenes de Ernesto Valverde. Y aquel 21 de agosto se presentó a la cita con los nervios y la ilusión propios de un chaval de 16 años, pero apenas necesitó un entrenamiento para ganarse a sus nuevos compañeros y a su nuevo entrenador, que inmediatamente se dieron cuenta de que Ansu tenía algo especial.

Desde aquel primer entrenamiento la vida de Ansu Fati ha dado un vuelco radical. Su evidente precocidad futbolística ha venido acompañada de una vertiginosa concatenación de acontecimientos. Como juvenil de segundo año, empezó la temporada pensando que iba a alternar el Juvenil A con el filial, pero a las pocas semanas se dio cuenta de tenía delante una oportunidad de oro y no la desaprovechó.

calidad y descaro

El Barça se había quedado de una tacada sin delanteros (Messi se lesionó en la pretemporada y Luis Suárez y Dembélé cayeron de una tacada en San Mamés, en el primer partido de Liga), así que a Valverde no le quedaba más remedio que recurrir al filial. Los elegidos fueron Carles Pérez y Ansu Fati. Pero en el primer entrenamiento el joven hispano-bisauguineano derribó de una patada las puertas de acceso al primer equipo a base de calidad y descaro.

Tanto impresionó a Valverde que tres días después el nombre de Ansu Fati ya figuró en la lista de convocados del primer equipo por primera vez. Su fulgurante irrupción no se quedó en ese trámite. Un día después, hacía su debut oficial, disputando los últimos 12 minutos ante el Betis, convirtiéndose en el segundo jugador más joven en defender la camiseta blaugrana, por detrás únicamente de Vicenç Martínez, que en la temporada 1941/42 se había estrenado con 16 años y 280 días, superando así en 20 días a Ansu Fati.

Pero el canterano no se conformó con esa estruendosa aparición en escena, sino que seis días después volvió a ser protagonista en El Sadar. Entró en el campo tras el descanso y no se había cumplido el primer minuto cuando marcó su primer gol, superando así el récord de precocidad de Bojan Krkic, que desde hace doce años presumía de ser el goleador más joven del Barcelona en un partido de Liga. El ahora jugador del Montreal Impact marcó con 17 años y 53 días, mientras Fati lo hizo con 16 años y 304 días.

bajo los focos

Ansu Fati ya no ha dejado de estar bajo los focos. Desde entonces sigue entrenándose y haciendo vida con la plantilla profesional, como uno más. No ha vuelto a entrenarse con el filial y mucho menos con el Juvenil A.

Con contrato en vigor hasta 2022 y una cláusula de rescisión de 100 millones, Ansu Fati tiene una vida por delante para seguir batiendo récords de precocidad en el Barça y también en la selección española. Porque durante estos dos meses mágicos el delantero blaugrana también ha visto cómo el Consejo de Ministros le concedía la nacionalidad española a mediados de septiembre y su nombre aparecía primero en la pre-lista de la selección española sub'17 para el Mundial de Brasil y posteriormente era convocado por la sub'21. Aunque el seleccionador español, Robert Moreno, le tiene también bajo el radar para la próxima Eurocopa.

Pero Ansu Fati ya está acostumbrado a jugar en equipos de categoría superior y batir récords de precocidad. Su vida funciona a la velocidad del AVE desde que llegó por primera vez a España a los 6 años para reencontrarse con su padre, Bori Fati, que precisamente trabajaba entonces en las obras del AVE.