Levante-Barça: 55 años entre el 4-5 y el 5-4

El último Levante-FC Barcelona, disputado el domingo 13 de mayo de 2018, pasó a la historia por su vistoso marcador (5-4) y por infligir el equipo local la primera derrota en Liga al conjunto catalán (en la penúltima jornada de ese campeonato). El partido también se recordará por la ausencia de Leo Messi (tuvo descanso), por las 13 tarjetas amarillas que mostró Melero López, por el pasillo del Levante al campeón de Liga y Copa y por quedar el Barça a un gol de nivelar un 5-1 en contra que sufrió en el minuto 56.

El equipo ‘granota’, de esta forma, se desquitó del 4-5 obtenido por el Barça la temporada 1963-64, cuando se impuso en el antiguo campo de Vallejo al Levante el 10 de noviembre de 1963. La historia se repitió 55 años más tarde, pero al revés, siendo Boateng, autor de un hat-trick y Bardhi, que firmó un doblete, los héroes del Levante. Los goles del Barça llevaron la firma de Coutinho (los tres primeros) y Luis Suárez, el que cerró el marcador, de penalti.

Camiseta blanca

Ahondando en la victoria azulgrana por 4-5 al Levante en 1963 se aprecian igualmente detalles que pasaron a la historia. Por ejemplo: el Barça se presentó en Vallejo con la camiseta suplente, en esos años completamente blanca. La pasada temporada lo hizo de azul vivo y polarizado.

El Levante sí fue capaz de igualar un 1-4 en contra y en el marco local atajaba Rodri II (Andrés Rodríguez Serrano), ex del FC Barcelona 1960-61, como ex del Barça era Oier Olazábal en el 5-4 de la pasada temporada. En el banquillo azulgrana, además, también estuvo un exjugador: César Rodríguez. En el Ciutat de València, el pasado mes de mayo, Ernesto Valverde. El del Levante, en el partido de 1963, estaba otro exfutbolista con trayectoria barcelonista: Quique, Enrique Martín Navarro, guardián del marco del Barça entre 1943 y 1949.

Hat-trick de Cayetano Re

Los protagonistas del 4-5 de hace más de 55 años fueron Pesudo; Segarra, Olivella, Eladio; Montesinos, Fusté; Zaballa, Chus Pereda, Cayetano Re, Kocsis y Vicente. Los goles llevaron la firma del ariete paraguayo (minutos 7, 20 y 84 –el de la victoria–) que firmó su primer hat-trick en la Liga , el delantero húngaro (15’) y el centrocampista burgalés (36’).

Los tantos locales fueron obra de Currucale (35’), Domínguez (39’) –exjugador del Condal–, Vall (42’) y Pepín (77’). El gol definitivo, el 5-4, tuvo su historia: lo anotó Cayetano Re tras una asistencia de Olivella, ocasional ariete, pues había quedado conmocionado a consecuencia de un balonazo y dejó sus tareas defensivas para ubicarse en ataque. Si importantes fueron los tres goles del menudo delantero guaraní, igualmente decisivos fueron los dos que evitó el Gran Capitán, Juanito Segarra, con empate a cuatro.

En los vestuarios nadie pudo ocultar el sufrimiento. El corazón jugó una mala pasada a los expedicionarios del FC Barcelona, especialmente al entonces su secretario técnico, el mítico Josep Samitier: “Tres partidos más como este y acaban conmigo”. César, el entrenador, destacó en las páginas de ‘Vida Deportiva’ que fue un partido de “grandes errores y grandes aciertos, un partido de altibajos, de viva emoción, de un tren agotador”.

Un Barça de dos caras

Fue un Barça de dos caras: en los primeros minutos deslumbró con un fútbol rápido, vertical y efectivo. Pasada la efervescencia inicial del equipo de César, el Levante supo recomponerse y pasar del 1-4 al 4-4. Pero el Barça, en un arrebato final, se hizo con los dos puntos, hecho que no agradó a Quique: “No hemos merecido la derrota”, dijo. “Ese quinto gol, ese quinto gol… No me lo puedo quitar de la cabeza”.

En la crónica de la ‘Hoja del Lunes’, firmada por Miguel Domínguez, se comentó que se vio “el partido por el que suspiran tantos aficionados que abominan el juego defensivo tan en boga que tantas veces da como resultado tanteos escuetos y vacíos. Un cinco-cuatro es, al menos, garantía de que dos delanteras se han «ganado el pan con el sudor de su frente»”.

Después del partido el equipo azulgrana no regresó a Barcelona. Volvió a su cuartel general, en  un hotel en la Playa de Recatí, donde había quedado concentrado porque, tres días después, en Mestalla, tenía que jugar contra el Valencia el partido de la primera jornada, suspendido el 14 de septiembre de 1963 por un diluvio al que siguió un apagón en el minuto 28, con empate a cero en el marcador.

El partido empezó de nuevo y el equipo de César, con goles de Chus Pereda y Fusté, venció 0-2 y arrebató el liderato al Betis. La Liga se la llevó finalmente el Real Madrid, que aventajó al FC Barcelona en cuatro puntos. Ese mismo día, en Mestalla, después del Valencia-Barça, se jugó otro partido, en esta ocasión de Segunda División, el Mestalla-Cádiz (a las 22 horas), suspendido también el 14 de septiembre por el aguacero que se dio cita en Valencia.