Leo Messi estará en el Sánchez Pizjuán

Pocas cosas alteran y preocupan más al barcelonismo que una posible lesión de su buque insignia: Leo Messi. La simple idea de perderle por un contratiempo físico hace que se enciendan todas las señales de alarma. Es lo que tiene ser el mejor futbolista de todos los tiempos y el jugador más determinante y desequilibrante que hay hoy en día sobre un terreno de juego.

Sin embargo, hay motivos más que suficientes para ser optimistas respecto a las molestias que le impidieron a Leo Messi disputar los dos partidos amistosos de Argentina ante Italia y España, este último saldado con una escandalosa derrota (6-1) que ha provocado un terremoto deportivo en el país sudamericano.

Prudencia. Los responsables médicos de la selección argentina, también con la colaboración de sus fisioterapeutas, han estado siempre en contacto con el FC Barcelona, siguiendo a rajatabla el protocolo de intercambio de información que se construyó hace muchos años, cuando Leo empezó a acudir con  su selección. 

Desde que Messi comenzó a sentir molestias musculares en los isquiotibiales de la pierna izquierda en la concentración de Manchester, imperó la prudencia por el bien de todas las partes: jugador, Argentina y FC Barcelona.

Los galenos de ambas entidades, con el beneplácito del afectado y del cuerpo técnico, recomendaron prudencia, a pesar de que las pruebas a las que fue sometido Leo descartaban una rotura fibrilar. Todo quedó en una fatiga muscular y en unas pequeñas molestias que son las que encienden la primera luz de alarma ante un cuadro de tales características.

Esa buena praxis, entre otras cosas, ha hecho posible que Leo Messi llegara ayer al primer entrenamiento con el FC Barcelona en buenas condiciones físicas. Aterrizó en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí acompañado del fisioterapeuta argentino Marcelo d’Andrea, que departió con el responsable médico del primer equipo, Ricard Pruna.

El diez azulgrana participó como uno más en el entrenamiento del primer equipo azulgrana y esa es una gran señal... y una buena noticia. Sin embargo, ante el aviso que ha dado el cuerpo de Messi, ha de imperar la máxima prudencia porque lo importante no es que Leo juegue en Sevilla, que también, sino que pueda afrontar con plenas garantías el tramo final de esta temporada. Eso es, los cuartos de final de la Champions ante la Roma, la final de la Copa del Rey frente al Sevilla... y lo que quede por venir.

Dijo Valverde que no está preocupado por el estado físico de Messi, pero él ha sido el primer entrenador azulgrana que ha sentado dos veces en el banquillo al argentino en Champions League estando en perfectas condiciones, solo para dosificar su esfuerzo y gestionar sus minutos. Esta noche, en Sevilla, todo el barcelonismo entendería que volviera a hacerlo.