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Lamine Yamal se marchó llorando de San Mamés

El canterano no podía ocultar su extremo sentimiento de culpa por las ocasiones falladas

Compañeros, 'staff' y directiva le arroparon y le recordaron el gran partido que había hecho

Athletic Club - FC Barcelona | El gol de Lamine Yamal

Lamine Yamal puso por delante al Barça en el marcador con un golazo / RFEF

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

En el fútbol, como en la vida, toda herida sirve para crecer. Y, siempre, antes de alcanzar el éxito hay que haber caído varias veces. La de este miércoles en San Mamés puede que sea la primera frustración grande en la carrera de Lamine Yamal. Cuando tenga 30 años ni se acordará, pero, sin perspectiva, en caliente parece que se acaba el mundo. Hundido por la eliminación y por haber tenido en sus botas dos ocasiones clarísimas el '27' abandonó el estadio llorando.

El partido de Lamine fue una montaña rusa. Empezó mal, con una pérdida que originó el 1-0, después se convirtió en un subidón tras su golazo 'a lo Messi' que culminaba la remontada pero terminó de una forma muy amarga con el KO del Barça y, sobre todo, con dos ocasiones para el extremo que habrían cambiado el signo de la eliminatoria. Pese a su falta de acierto, Lamine demostró que se está cociendo a fuego lento un jugador que puede marcar una época en Can Barça. Así lo cree gran parte del vestuario y cuerpo técnico azulgrana. "Es un elegido", comentan.

Pero ayer, ninguno de estos elogios servía para el atacante. Roto en el vestuario, Lamine abandonó San Mamés entre lágrimas. No había consuelo para el joven jugador de 16 años. El de Rocafonda se sentía tan culpable que no pudo evitar llorar. En su cabeza retumbaban una y otra vez las dos ocasiones, sobre todo la última en el minuto 86.

Lamine dio buena muestra de sus sentimientos en Instagram. "Perdón por los errores, culers", dijo el joven atacante. De puertas hacia dentro, todo el mundo arropó a Lamine. Araujo remarcó que no se le puede reprochar nada, mientras que Xavi siguió la misma línea en su rueda de prensa. Todos saben que si hay que apuntar hacia alguna dirección, esa no es el dorsal '27'. De hecho, el rendimiento de los jóvenes como Lamine, Fort o Cubarsí fue una de las pocas notas positivas del envite.

Laporta, muy cariñoso con Lamine

Aunque el presidente, Joan Laporta, no entró en el vestuario del Barça, sí bajó a la salida de este, en la zona en la que la plantilla sube al autobús. Ahí, tanto el máximo dirigente culé como Rafa Yuste, Deco y también Joan Soler dieron apoyo a la plantilla y cuerpo técnico. Laporta tuvo palabras de ánimo para Xavi y aprovechó para estar especialmente cariñoso con Lamine, que no lograba levantar cabeza.