Koeman, a ritmo del récord de Luis Enrique

El Barça de Koeman arrancó en LaLiga con la mente aún perdida en el desastre de Lisboa. El 2-8 encajado ante el Bayern cargó la mochila de los blaugrana de piedras que han ido abandonando por el camino poco a poco. En las diez primeras jornadas, el equipo encajó cuatro derrotas y dos empates, números que hacían prever una temporada muy complicada. Había mucho trabajo por hacer. Nada que Ronald no supiera antes de volver a su casa, el Camp Nou.

Al holandés le ha costado encontrar el dibujo táctico que mejor encajara con una plantilla muy mermada por las lesiones y por el perfil de sus jugadores. Tras semanas y semanas de ensayo y error, el Barça está logrando mantener una velocidad de crucero que le permite soñar con el doblete. La reacción, fruto de la evolución lógica de un nuevo proyecto, no ha llegado a tiempo para la Champions, pero sí para meterse en el último momento en la final de la Copa y, sobre todo, para pelear LaLiga a un Atlético que parecía lanzado hacia el título.

El Cádiz, última derrota

El tramo final de 2020 mejoró los números. Tras caer ante el Cádiz, la última derrota liguera, faltaban cinco jornadas para acabar el año que se se saldaron con tres victorias y dos empates ante Valencia y Eibar. Este último partido sirvió para que Koeman tirara de realismo: "LaLiga está muy complicada". Las uvas, contra todo pronóstico, sentaron de maravilla al equipo.

El 2021, eliminación ante el PSG aparte, ha servido para impulsar a los blaugrana. El Barça ha jugado once jornadas de LaLiga, ha ganado diez y solo ha cedido un empate, precisamente, ante el Cádiz, club ante el que habían encajado la última derrota en el torneo de la regularidad. Solo existe un precedente de un arranque de año así en los últimos años. El Barça de Luis Enrique, la temporada 2015-2016, un año después de ganar el segundo triplete del club, encadenó la misma racha: diez victorias y un empate. Buceando en las estadísticas precedentes, no hay nada igual.

A tres victorias de hacer historia

El reto para Koeman, ahora, es superar a su colega asturiano, cuyos números, hasta que no se demuestre lo contrario, son mejores. Luis Enrique logró una racha de catorce partidos en los que solo cedió dos empates en el arranque de 2016. Curiosamente, las igualadas fueron en el primer partido del año ante el Español y en el que cerró la racha, ante el Villarreal (2-2). Después llegaron tres derrotas seguidas. El Barça actual necesita tres victorias consecutivas para firmar el mejor inicio de año natural en LaLiga. Ceder un empate le permitiría igualar los números de la campaña 15-16.