El increíble paralelismo entre Sergio y Oriol Busquets

Sergio Busquets (izquierda) y Oriol Busquets, dos mediocentros del Barça con muchos paralelismos

Sergio Busquets (izquierda) y Oriol Busquets, dos mediocentros del Barça con muchos paralelismos / Ignasi Paredes

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Oriol Busquets es uno de los últimos motivos de orgullo de la cantera del FC Barcelona. El joven mediocantro debutó con el primer equipo en el partido de Copa del Rey frente al Real Murcia (5-0) demostrando que será un digno sucesor de su homónimo, el consagrado e insustituible Sergio Busquets.

Uno de los principales quebraderos de cabeza en el Barça y en la selección española es encontrar la fórmula para dar un respiro a Sergio Busquets. Ningún técnico en Can Barça y en 'La Roja' ha prescindido de 'Busi' desde que Josep Guardiola lo descubrió en su temporada a frente del filial blaugrana (2007/08) y lo hizo titular en el primer equipo en la 2008/09.

Pues bien; se trata de un futbolista en ciernes todavía, pero como se pudo comprobar ante el Real Murcia, los años de trabajo de los técnicos de La Masia dieron sus frutos y algún día Oriol podría recoger el testigo de Sergio. Los motivos para el optimismo no se basan simplemente en la coincidencia de apellidos, porque como es bien sabido no son familia.

En su caso, el concepto de 'saga' tiene que ver con el adn futbolístico blaugrana que impregna a ambos, aunque no dejan de tener una buena lista de coincidencias:

  • Colocación, anticipación, visión de juego, calidad técnica... Todos los que han presentado a Oriol Busquets en los últimos años han destacado estas virtudes en el joven talento de 18 años (Sant Feliu de Guíxols, 20-1-1999). Las mismas que hicieron de Sergio Busquets un mediocentro ideal para el estilo de juego del Barça.
  • Los técnicos destacan de Oriol la madurez que seimpre demostró sobre el terreno de juego respecto a sus compañeros de promoción. Esta es otra de las virtudes de Sergio Busquets, quien a las características académicas añade una astucia congénita que le permite saber cuándo debe cometer una falta, cómo provocarla o en qué momento hay que iniciar la presión sobre el rival.
  • Desde que llegó al fútbol base del Barça procedente de la Escola de Fútbol de Sant Feliu de Guíxols para ingresar en el Benjamín B, Oriol Busquets ha evolucionado, jugando en todas las demarcaciones del centro del campo hasta consolidarse como mediocentro. Esto le permite conocer como pocos el 'rondo' y sus 'tempos', tal como lo domina Sergio Busquets.
  • Aunque Sergio no es un futbolista potente ni especialmente rápido, sí que es un jugador alto y con envergadura, dinámico, siempre en movimiento, monitorizando el balón cuando no está en sus botas, rectificando su posición en función de cómo se dibujan las líneas del equipo. Con Oriol, los técnicos trabajaron desde su llegada a La Masia aspectos como la coordinación para conseguir que un chaval de su talla (1,85 m.) tuviera la agilidad y rapidez de movimientos necesarios para una demarcación como la de pivote.
  • A la vista de tantos paralelismos futbolísticos, casi podría quedar como una anécdota el hecho de que ambos tienen pedigrí blaugrana. Y es que, si Sergio Busquets es hijo del archiconocido Carlos Busquets, Oriol lo es de Jordi Busquets, también portero. El progenitor pasó por La Masia del Barça entre 1981 y 1984 y compartió sueños blaugrana con Tito Vilanova, Aureli Altimira o Jordi Roura. No llegó a consolidarse en el club y acabó jugando en el Girona, el Banyoles, el Guïxols, el Cristianenc y el Tossa. De hecho, Oriol tiene ventaja en este aspecto, pues su hermano Pol también pasó por el fútbol base barcelonista, jugando de portero como su padre.
  • El ídolo de Oriol Busquets es Leo Messi, pero a lo largo de los años ha ido poniendo como referentes futbolísticos a Deco, Xavi Hernández, Iniesta, Touré Yaya... y Sergio Busquets. Un puñado de futbolistas cuyo destilado ofrecería un centrocampista perfecto si fuera posible reunir en un único jugador todas sus virtudes. En cualquier caso, auténticos maestros para una promesa con un talento innato que intenta, partido a partido, aplicar sobre el terreno de juego todo lo que ha visto hacer a esos referentes.