Griezmann brilla en su segunda titularidad

Segundo partido de pretemporada del Barça y segunda titularidad de Antoine Griezmann. Ante el Vissel Kobe de Iniesta, Villa y Samper; el galo mejoró la versión mostrada frente al Chelsea. A la espera de comprobar cómo encajará el campeón del mundo junto a Messi y Suárez, el aficionado culé pudo constatar que la polivalencia es una de las principales virtudes del francés. 

Si en el primer ensayo compartió delantera con Collado y Dembélé, en esta ocasión Rafinha entró en lugar del '11'. El hispanobrasileño se erigió en el socio preferente de Antoine. Pese a que sobre el papel el francés actuaba de ariete y el canterano por la banda derecha, el intercambio de posiciones entre ambos fue fluido y constante.

Parecieron entenderse rápido. Se buscaban constantemente al primer toque y con un alto nivel de precisión -20 pases buenos y solo 4 desacertados para Griezmann-. Fue por esa banda derecha, a la que debe sumarse la profundidad de Semedo, que el Barça generó más peligro antes del descanso. El bagaje: un remate de Rafinha a las manos del arquero, un pase atrás del luso que por poco no encontró rematador y una asistencia de gol de Antoine que le birlaron a Riqui Puig.

Pese a no disparar entre los tres palos en los 46 minutos que estuvo sobre el césped, el campeón del mundo fue el jugador más participativo y amenazador del ataque blaugrana. Suya fue una de la ocasión más claras antes del descanso. Demostrando química con Alba, atacó el punto de penalti tras una de las clásicas irrupciones del lateral por banda izquierda pero su zurdazo de primeras se marchó alto. 

Minutos antes, el francés había buscado al espacio un pase picado de Busquets a la espalda de la zaga. Griezmann midió bien los tiempos, pero un zaguero le quitó el remate en el último momento. Los desmarques del galo fueron unas constante, muy activo sin el balón, tanto pidiendo el balón en profundidad como el pie. De hecho, en las fases en las que al Barça le costaba más elaborar juego, el excolchonero retrasó su posición para asociarse a uno o dos toques con Busquests o Riqui Puig y así oxigenar la construcción del juego. 

De hecho, junto a su capacidad para actuar en diversas posiciones del campo, la habilidad de Griezmann para jugar a uno o dos toques es una de las mayores virtudes del francés. Sus compañeros le buscan y él distribuye el balón a uno o dos toques, dando fluidez al juego. Esperemos a verlo con Messi.