Goldman Sachs, gran favorito para financiar el Espai Barça

Reverter admite negociaciones avanzadas para que el grupo inversor de Estados Unidos preste los 1.500 millones necesarios

El objetivo es cerrar el acuerdo en verano para iniciar las obras a final de temporada

Así será el nuevo Espai Barça

Así será el nuevo Espai Barça / FCB

Ferran Correas

Ferran Correas

Si el 19 de diciembre los más de 110.000 socios convocados a votar de forma telemática aprueban que la junta directiva pueda buscar la financiación para poder ejecutar las obras del Espai Barça, el equipo que lidera el director general del club, Ferran Reverter, intentará cerrar esos 1.500 millones que se necesitan para la reforma del Camp Nou (900), el nuevo Palau, el pequeño Palau, la Pista de Gel y la estación de autobuses (420), el Campus Barça (100), la inversión en el Plan General Metropolitano (60) y el estadio Johan Cruyff (20).

La idea de la directiva, según ha explicado Reverter, es ir a buscar el dinero en febrero, siempre aprovechando el momento en el que los tipos de interés estén más bajos y esperando conseguir un interés de entre el 2 y el 3%, y poderlo cerrar antes del verano, ya que está previsto que las obras de reforma del Camp Nou se inicien cuando acabe esta temporada y puedan estar acabadas en el 2025. El Palau podría estar acabado en el 2026, aunque esta última fecha no es exacta porque el proyecto todavía no está definido.

Los 1.500 millones se devolverán en 35 años, con cinco años de carencia. Es decir, que mientras duren las obras, solo se pagarán los intereses y, según ha admitido Reverter, casi seguro la operación se hará con Goldman Sachs, con quien ya han estado negociando. Es el mismo grupo inversor de Estados Unidos que facilitó un crédito de 595 millones de euros al Barça en los primeros meses de mandato de Joan Laporta para poder refinanciar la deuda heredada de la anterior junta directiva. El director general del Barça ha explicado también que el dinero se recibirá en dos etapas. Primero, la parte para hacer la reforma del Camp Nou y después el resto.

LA DEVOLUCIÓN

Tanto Reverter como el presidente del Barça, Joan Laporta, han dejado claro que la financiación en ningún momento cruzará tres líneas rojas: no costará ni un euro a los socios, no pondrá en peligro el patrimonio de la entidad y no debilitará la gestión deportiva. El plan del club es que el proyecto se pueda financiar con los ingresos adicionales que genere el Espai Barça. “Nuestra estimación es de 200 millones de euros por temporada y hemos sido conservadores”, ha dicho el director general. Saldrán esos 200 millones de los nuevos palcos que se colocarán en un anillo entre la segunda y la tercera gradería, de los patrocinadores, que aumentarán porque habrán más tecnológicos y de sostenibilidad, de las nuevas actividades que se podrán hacer como espectáculos y conciertos, de los nombres del Camp Nou y el Palau, esperando doblar los 200 millones que se decía en un inicio y de los ingresos adicionales de las actividades del Campus, básicamente con la restauración. El director general del club ha explicado que, de esos 200 millones, un tercio serán para los inversores que presten el dinero, que sumando los intereses la cantidad se elevará hasta un 43% aproximadamente y que el resto será para el club.

Reverter también ha explicado que el club tiene negociaciones avanzadas con varias empresas para poner nombre al Camp Nou y que esperan poder cerrarlas pronto. El objetivo es tener unos ingresos en este concepto de 400 millones de euros en 30 años, el doble de lo que estimaba la anterior directiva, aunque siempre se harán contratos de entre diez y veinte años que sean revisables después de la primera década si la cantidad ha quedado desfasada.