El gol también es cosa de Dembélé

La temporada pasada de Dembélé dejó entrever más dudas que certezas. Una de las sospechas más comentadas fue su relación con el gol. El francés dejó claro que era un alma libre, una arma demoledora con espacios, pero pareció un jugador con problemas de pausa y precisión en el remate.

Una fama que esta temporada, poco a poco, está desmintiendo a base de goles y remates de primer nivel. Su tanto en la final de la Supecopa pareció un nuevo comienzo para el francés. Tres goles lleva ya esta temporada el Mosquito y sobre todo la sensación de que todavía está lejos de su techo.

Frente al Huesca volvió a ser titular (Valverde ya avisó que su intención es darle continuidad) y lo hizo de nuevo como extremo izquierdo. Una posición en la que parece más incómodo que en la derecha, pero en la que está sabiendo interpretar su papel. 

Dembélé, al que le falta fineza en sus gestos técnicos, está siendo un gran valor táctico para el equipo. En una zona diferente, en la banda izquierda, juega más centrado de los que podría parecer, y ha mejorado muchísimo su lectura de juego.

En los últimos encuentros está reduciendo errores no forzados que fueron habituales el curso pasado y sobre todo ha dado un gran salto goleador.

Ante el Huesca primeró envió un balón a la madera, en una de las pocas ocasiones en las que pudo atacar la banda derecha en los primeros 45 minutos. 

Pero fue en la segunda parte cuando marcó con un balón cruzadísimo, imposible para el portero. El francés ha participado en 12 goles en sus últimos 15 partidos como titular con el Barça (siete goles y cinco asistencias).

En la recta final del encuentro pudo disfrutar de la banda derecha, porque el equipo pasó a jugar con 4-4-2, y Valverde lo premió con 90 minutos prometedores.Sin noticias de Malcom, "el mejor jugador joven del mundo" en palabras de Mbappé, avisia que no solo es un futbolista con uno contra uno, el gol también es cosa suya.