El 'experimento' con Dest funcionó: asistencia clave y ovación del Camp Nou

El estadounidense jugó de extremo derecho y aportó profundidad y amplitud al Barça, sobre todo en la primera parte

El exjugador del Ajax demostró que puede ser un recurso de garantías en ataque mientras Koeman espera la recuperación de Dembélé y dosifica a Ansu Fati y al ‘Kun’

Sergiño Dest realizó contra el Valencia uno de sus mejores partidos con la camiseta del Barça

Sergiño Dest realizó contra el Valencia uno de sus mejores partidos con la camiseta del Barça / Valentí Enrich

Jordi Carné

Jordi Carné

Sergiño Dest llegó al Camp Nou con 19 años en el marco de la eterna búsqueda del nuevo Dani Alves por parte del FC Barcelona. El club azulgrana, inmerso en una crisis económica muy grave, apostó firmemente por el joven lateral estadounidense: pagó más de 20 millones por sus servicios. En su primera temporada, las sensaciones del futbolista nacido en Almere fueron dispares. Alternó momentos ilusionantes con algunos errores fruto de la inexperiencia en la élite. Quedo evidente que necesitaba tiempo para ser un jugador importante en la columna vertebral del equipo culé.

Hasta este fin de semana, Dest había jugado en cuatro demarcaciones en el conjunto blaugrana: lateral derecho, lateral izquierdo, carrilero derecho y carrilero izquierdo. Su posición había ido variando en función de las necesidades del equipo y del esquema utilizado por Ronald Koeman. Siempre se había mostrado más cómodo cuando con el 3-5-2, en el que se sentía más ‘liberado’ de cuestiones defensivas y podía mostrar todo su potencial en ataque. Unas virtudes que este domingo el Valencia sufrió muchísimo: Sergiño jugó por primera vez en el Barça de extremo y el ‘experimento’ –entre muchas comillas porque ya había jugado en esta posición en la etapa formativa– se saldó con un resultado muy positivo.

El estadounidense formó línea ofensiva con Ansu Fati (izquierda) y Memphis Depay (centro) y dotó mucha profundidad y amplitud al equipo. Desinhibido con el balón en los pies, el Barça agradeció su valentía y su desparpajo. Sobre todo en la primera parte, identificó correctamente cuándo debía intentar desequilibrar y cuándo tocaba asociarse con los compañeros. En un Barça necesitado de futbolistas que encaren, de jugadores que miren hacia delante sin titubear, su aportación fue una bendición. En la segunda mitad su rendimiento empeoró, pero aun así se ‘apuntó’ una asistencia clave a Philippe Coutinho para que el brasileño sentenciara el encuentro antes de ser sustituido en el minuto 87.

Una noche completa

El Camp Nou premió su actuación con una sonora ovación que él devolvió con entusiasmo. En su camino hacia el banquillo –abandonó el terreno de juego por la línea de banda para no retrasar la reanudación del juego– regaló su camiseta a un pequeño aficionado barcelonista, gesto que puso la guinda a su agradable noche. Finalizó el partido con 53 intervenciones, un 94% de acierto en los 33 pases realizados, dos pases clave, siete duelos ganados y un disparo rival bloqueado. Y, más allá de las cifras, demostró que puede ser un recurso de garantías en ataque mientras Koeman espera la recuperación de Ousmane Dembélé y dosifica a Ansu Fati y al ‘Kun’ Agüero para que reconquisten su mejor versión física y competitiva.

“Para nosotros es importante tener a alguien profundo y rápido en la otra banda de Ansu Fati. Dest jugaba de extremo en el fútbol base del Ajax, no es una posición desconocida para él. Domina esa demarcación y lo ha hecho muy bien. Ha sido un buen partido por su parte”, analizó el técnico neerlandés en la rueda de prensa posterior al triunfo azulgrana en la novena jornada de la Liga Santander.