Ernesto Valverde: "Les contaré a mis nietos que Messi era capaz de regatear a siete rivales y marcar"

Ernesto Valverde, alejado del mundo de los banquillos desde que fue destituido del FC Barcelona, ha pasado por el programa 'Hoy por Hoy' para explicar su obsesión por el fútbol y la fotografía, además de contar algunas anécdotas sobre su etapa como entrenador.

Tras su marcha del Barça hace algo más de un año, dos entrenadores han ocupado el banquillo del Camp Nou. El primero, Quique Setién, fue destituido tras el 2-8 en Champions frente al Bayern, mientras que Ronald Koeman, su sustituto, podría tener sus días contados en Barcelona.

Preguntado por esta facilidad a la hora de despedir entrenadores, Valverde ha considerado que este no es un procedimiento exclusivo del conjunto azulgrana. "Baile de entrenadores hay en todos los equipos, no solo en el Barça. Uno puede ganar muchas veces, pero cuando se pierde, los entrenadores somos los primeros en ser cambiados. La exigencia muy alta y el público exige cambios".

El Txingurri tuvo la oportunidad de dirigir a Leo Messi durante dos temporadas, y la entrevistadora quiso saber cómo le contaría a sus nietos que estuvo entrenando al astro argentino. "Para entonces habrá otros jugadores que ya hayan hecho mella en esas generaciones y se olvidarán un poco de Messi. De mayor le contaré a mis nietos que existía a un jugador que era capaz de regatear a siete rivales y marcar, y me dirán que estoy diciendo tonterías. Es un caso similar al de Di Stéfano, al que no todos hemos visto jugar. Por suerte, ahora hay multitud de grabaciones, por lo que podrán disfrutar de Messi".

Valverde también admitió que se presiona en exceso, aunque considera que es un aspecto recurrente en sus compañeros de profesión. "El problema de los entrenadores es que nos llevamos todos los problemas a casa, estamos todo el día obsesionados con ellos, ya sea en Segunda B, en Segunda, en Primera o en la Champions. Los entrenadores somos unos obsesos".

Esta obsesión por el fútbol llevó a Valverde a tener grandes despistes, uno de ellos relacionado con sus hijos. "Cuando estaba en el Athletic, estaba obsesionado con un problema que teníamos con el carril izquierdo. Estuve dándole vueltas durante días, y en el momento que me tocó llevar a mis hijos al colegio, me los dejé en casa".