El ejemplo Gündogan

Xavi Hernández ha puesto a Gündogan en todos los partidos, hasta 43, con una media de casi 81 minutos en cada uno de ellos

Es evidente que ha jugado tanto porque el técnico lo tiene en alta consideración

Gündogan: "No me arrepiento de mi decisión ningún segundo"

Gündoganasegura estar contento en el club y en la ciudad / FCB

Xavi Torres

Xavi Torres

Ilkay Gündogan tiene 33 años y forma parte de una plantilla llena de niños. Sin embargo, es el jugador más utilizado por su entrenador. Como informaba esta semana Germán Bona en las páginas de SPORT, Xavi Hernández lo ha puesto en todos los partidos, hasta 43, con una media de casi 81 minutos en cada uno de ellos. Y anoten ocho partidos más con Alemania: lleva 51 partidos y todavía estamos en abril.

Es evidente que ha jugado tanto porque Xavi lo tiene en alta consideración. Consiguió que dejara el Manchester City siendo el capitán del equipo campeón de Europa y fichara por un Barça por hacer. A principios de temporada acumuló muchas críticas porque su rendimiento no era el del año anterior pero, si me permiten, todo era bastate lógico: apenas sabía el nombre de sus compañeros y, sobre todo, tuvo que adaptarse a una manera de jugar que le generó dudas.

Gündogan se siente cómodo con la posesión del balón, es muy bueno en el juego posicional e incluso es capaz de ayudar en la presión si todo ello sucede bajo un orden determinado. Sin él, o si hay que correr de área a área -perdónenme la exageración pero es ilustrativa-, hay cinco mil centrocampistas mejores que él. Y como el jugador es de porte pesado en escenarios futbolísticos desfavorables queda retratado.

Ha necesitado su tiempo para adaptarse a una nueva vida y para entender lo que quiere su entrenador, con todos los matices que han hecho falta respecto a lo que había aprendido en sus últimos siete años al lado de Guardiola. Lo ficharon para jugar cerca del área pero se ahogó pronto por la falta de mecanismos en el ataque estático y por la escasa velocidad en la circulación del balón pero, en cambio, ha aportado mucha luz jugando de cara desde la base del famoso cuadrado de Xavi. Seguramente no es lo que más le conviene al equipo pero las bajas por lesión y la falta de rendimiento de algún compañero han provocado la reubicación del alemán. Y como es inteligente y entiende muy bien el juego es fácil observar que ha sabido ver los problemas, adaptarse a las circunstancias y empezar a liderar el baby-Barça.

¿Es el mejor Gundogan que hemos visto? No, pero es un Gündogan que mejora el juego del equipo y que mantine unos números excelentes y eso, a estas alturas de la película, es muy importante por dos razones: por los retos del presente y, sobre todo, por los de futuro. Que los jóvenes Gavi, Pedri, Araujo, Lamine, Cubarsí, Fermín, Fort, Guiu y compañía se fijen mucho en él porque sabe lo que hace. Y también porque a pesar de haber pasado por tres lesiones de gravedad -una en la espalda y dos, en la rodilla- siempre se ha comportado como un gran profesional para llegar a los 33 años y convertirse en un gran ejemplo.

Gundogan es muy importante para los retos del presente pero, sobre todo, para los del futuro.

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