El 'efecto Xavi' en defensa se diluye

Nunca es sencillo instaurar un nuevo modelo de juego. Nuevos automatismos, nuevos roles, nuevas formas de entender un mismo estilo... Y al final todo requiere de algo que en el fútbol actual brilla y mucho por su ausencia: el tiempo. Xavi Hernández quiere construir su propio proyecto con un estilo que define al Barça desde la base hasta el primer equipo. Pero para ello se necesitan partidos. El del Madrid en el Bernabéu y el del Cádiz en el Camp Nou.

En territorio blanco el Barça demostró ser un equipo con las ideas clarísimas, con pegada arriba y con solidez atrás. En el templo azulgrana ayer el conjunto de Xavi Hernández pareció tener muy claro el plan, pero le costó mover los hilos. Ocasiones tuvo, pero también concedió. Demasiado. Y es algo en lo que el técnico egarense debe seguir trabajando y mucho.

Ante el Cádiz sumó un nuevo tanto encajado y ya son siete en los últimos cuatro encuentros, algo que para nada había sido habitual desde que Xavi Hernández aterrizó en el banquillo azulgrana. Y es que en los siete partidos anteriores a esta mala racha, el Barça tan solo había concedido dos tantos.

Con el egarense, el equipo tenía claro que presionar no era una opción, sino una obligación para robar antes y en espacios más dañinos para el rival. Estaba siendo efectivo. Ahora, meses más tarde, el Barça mantiene la fórmula, pero el efecto no está siendo el mismo y los goles encajados están yendo a más.

También hay que tener en cuenta las ausencias que ha ido arrastrando el técnico a lo largo de estas semanas. Gerard Piqué o Araujo, claves en fase defensiva, se han perdido algunos encuentros. Con la pólvora algo mojada, las facilidades defensivas y sus dos últimas derrotas, el Barça se ha quedado sin objetivos esta temporada más allá de asegurar la zona Champions.