Dueñas: gol y mucho fútbol

Ambidiestro, rápido, inteligente y con tesón, destacó por su calidad dentro y fuera del área

El nombre de Teófilo Dueñas Samper está ligado a la Finalísima de la Copa de Ferias. El doblete que firmó en 1971 ante el Leeds (2-1) dio el título a un Barça necesitado de alegrías

Teófilo Dueñas defendió la camiseta del FC Barcelona las temporadas 1970-71 y 1971-72

Teófilo Dueñas defendió la camiseta del FC Barcelona las temporadas 1970-71 y 1971-72 / FC Barcelona

David Salinas

David Salinas

Dueñas (Puertollano, 11 de agosto de 1946) fue mucho más que un ‘9’ al uso. En el Camp Nou brilló por su variado catálogo de recursos técnicos y su fútbol alejado del área. Manejó muy bien los espacios. La llegada de Marinus Michels precipitó su adiós.

Teófilo dio las primeras patadas al balón en las eras y campos de Puertollano y siguió los pasos de su hermano Eliseo. “Tenía más clase que yo”, recuerda. Eliseo, volante izquierdo, pasó por el Calvo Sotelo y el Conquense, pero se despidió del fútbol para volcarse en la medicina y se especializó en odontología. El fútbol y el atletismo despertaron el interés del joven Teófilo, que fue subcampeón de triple salto (11,95 m) y quinto en salto de altura en los primeros Juegos Nacionales (1963) de la Organización Juvenil Española (OJE), celebrados en Vallehermoso.

En el fútbol se inició como aficionado en las filas del Huracán de su ciudad natal, pasando después al Atlético Calvo Sotelo para debutar con el primer equipo del Calvo Sotelo en octubre de 1966 de la mano de Rafa Yunta. Solo jugó 6 partidos. Los padres de Teófilo, como habían hecho con sus primeros cinco hijos, quisieron que él también estudiara y lo mandaron a Madrid para cursar Ciencias Económicas. Pablo, el mayor, fue ingeniero técnico y su hija María Dueñas es una reconocida escritora; Eliseo y Julián estudiaron medicina; Jesusa se licenció en Filosofía y Letras y Aurelio, en Derecho.

Llamado por el fútbol

En la capital un pariente le puso en contacto con el vicepresidente del Rayo Vallecano. Dueñas fichó por el equipo de Vallecas con la condición de ser amateur para poder atender sus estudios. Entrenaba con el Rayo y los fines de semana jugaba con el filial, el Reyfra Atlético. También lo hizo en las filas del Carabanchel en calidad de cedido.

Manuel Peñalva lo hizo debutar con el Rayo la temporada 1969-70 en Segunda División. Jugó 30 partidos y convirtió 14 goles. Estos registros llamaron la atención del Barça, que se lanzó a por Dueñas, un delantero ambidiestro, rápido, inteligente en el juego y con tesón. La entidad azulgrana abonó 9 millones de pesetas por el ariete de Puertollano, además de ceder a Nieto y Roselló. Con este dinero el Rayo iluminó el estadio de Vallecas.

El fichaje se complicó por arrastrar Dueñas una lesión en el menisco derecho desde el 19 de abril, contra el Espanyol, pero acabó completándose el 16 de julio de 1970. Trasladó su matrícula en Ciencias Económicas para seguir estudiando en Barcelona los dos cursos que le faltaban y, curiosamente, en el restaurante donde celebró su pase al Barça, se le presentó Fabià Estapé, entonces decano y rector de la Facultad de Ciencias Económicas. “Un gran barcelonista”, recuerda Teófilo.

Se complica la lesión

La lesión aplazó el debut de Dueñas, que se demoró hasta el 28 de febrero de 1971, en Valencia (1-1). A la alegría del primer partido oficial se sumó el doloroso fallecimiento de su padre, Julián Aurelio. El delantero se enteró de la muerte de su progenitor después del encuentro. El partido lo siguió Ernest Lluch, entonces profesor en la Universidad de Valencia, y reconocido seguidor del Barça, quien aseguró: “¡Ya tenemos delantero centro!”.

Teófilo confirmó las palabras del que fuera Diputado en las Cortes Generales (1977-1989) y ministro de Sanidad y Consumo de España (1982 y 1986) con un hat-trick en el siguiente partido, contra el Sevilla (5-2) en el Camp Nou. Dueñas acabó el curso 1970-71 con 17 partidos y 9 goles. Sin embargo, el relevo en el banquillo, se fue Buckingham y llegó Michels, no le favoreció. El técnico neerlandés quería un ‘9’ fijo, de referencia, algo que no encajaba en el juego de Teófilo, más móvil y solidario. Fue perdiendo protagonismo y, pese a tener un tercer año firmado, optó por salir del Barça. José Antonio Barrios, procedente del Granada, fue su sustituto. El Tigre sí era un ‘9’ tanque, físico y peleón, como quería Michels.

Recuerdos

Opina que el Barça-Leeds no fue su mejor partido como barcelonista, pese al título y el doblete de goles. “Me acuerdo más de un Burgos-Barça (2-3, 2 de enero de 1972) en el que marqué tres dianas, pero solo me dieron dos porque Asensi remachó el que era mi tercer gol ya cuando el balón había cruzado la línea”. Su peor recuerdo, perder la Liga 1970-71 en el Manzanares al no pasar el Barça del 1-1, marcador que también se la quitó al Atlético y se la dio al Valencia: “Qué carambola… Recuerdo que en el campo decíamos: ¡pero que marque alguien! ¿Es que aquí nadie quiere ser campeón?”.

Dueñas recaló en el Granada, que puso el ojo en él tras un partido contra el Barça (14 de marzo de 1971, 0-2) en el que dio dos asistencias a Rexach. El manchego se alineó con el equipo andaluz el día del debut de Cruyff en el Camp Nou (28 de octubre de 1973, 4-0). En Los Cármenes jugó hasta junio de 1977. Pasó entonces al Palencia, colgando las botas en junio de 1979 con un ascenso a Segunda. Dueñas siguió en el club palentino otros dos años como gerente y volvió a coincidir, ahora en la grada, con otro debut de Cruyff en un Levante-Palencia (1-0, el 1 de marzo de 1981).

Dueñas, tras dejar la gerencia del Palencia, trabajó en una empresa frutera y después en Bamesa (Barcelonesa de Metales) como delegado en Madrid, donde se jubiló. Es socio de la Agrupación y tiene dos nietos: Martina, de 13 años, y Lennon, de 4, a quien aprecia “buenas condiciones” para que siga sus pasos.