El día que el gol de Koeman fue más decisivo que el de Rebrov

"Quien quiera saber lo que es el fútbol de ataque, debe ver los partidos del Barcelona. Merecimos marcar diez goles, teniendo en cuenta el rival tan defensivo que teníamos delante. Lo de hoy ha sido fantástico, aunque a lo largo del año es difícil hacer muchos partidos así: no somos máquinas". Así resumió Ronald Koeman el que está considerado como el mejor partido de la historia del Dream Team de Johan Cruyff, el Barça-Dinamo Kiev (4-1), y en el que fue protagonista junto a Serhiy Rebrov, ahora técnico del Ferencvaros húngaro, primer rival blaugrana en esta Champions 2020/21, y entonces la estrella más rutilante del Dinamo.

Se disputó el 29 de septiembre de 1993 en el Camp Nou, y el Barça derrotó al Dinamo por 4-1, remontando el 3-1 del Olímpico de la capital ucraniana. Dos semanas antes, había sido barrido con los goles de Shkapenko (5') y Leonenko (44' y 55'). El tanto logrado por Tintin Koeman, de penalti (27'), era el calvo ardiendo al que se aferraban los azulgrana.

En aquella noche de leyenda azulgrana, Ronald Koeman y Serhiy Rebrov se midieron sobre el césped, y no en los banquillos, como harán este martes 20 de octubre. Y no es la única diferencia, porque 27 años atrás el Camp Nou fue una caldera, con cien mil aficionados rugiendo desde el primer minuto. En cambio, el debut de la Champions 2020/21 se hará con las gradas vacías debido a la pandemia del coronavirus.

EN SU CENIT

Más diferencias: aquel Barça estaba en su madurez, era una máquina engrasada que había logrado su mejor versión. Johan Cruyff dispuso un 3-4-3 ultraofensivo, con una defensa de tres integrada por Ferrer, Koeman y Goikoetexea (un extremo derecho reconvertido), y con Zubizarreta en la portería.

En el centro del campo, los vértices del rombo los ocuparon Guardiola como mediocentro y Bakero como mediapunta, con Nadal y Begiristain por las bandas. Y en ataque, Romario como hombre de área y Quique Estebaranz y Laudrup en las bandas.

En la versión 2020, el conjunto azulgrana dispondrá de un 4-2-3-1 que también busca el control del balón y la portería contraria, y que cuenta con el mejor futbolista del mundo -Leo Messi- pero se encuentra en plena reconstrucción.

HÉROES

Koeman y Rebrov fueron héroes para sus equipos, pero Ronald se llevó el gato al agua. El ucraniano logró el 2-1 en el minuto 28', que enfrió la caldera del Camp Nou y ponía de nuevo por delante a su equipo en la eliminatoria.

El neerlandés firmó el 4-1 en el minuto 73' que tumbaba definitivamente al rival. Volvió a convertirse en el 'Héroe de Wembley' marcando un golazo de falta directa desde fuera dle área, marca de la casa. 

El partido fue un monumental rondo del Barça, con muchos futbolistas brillando a un nivel magistral. Bakero firmó dos goles, Koeman repartió una asistencia además de sentenciar el duelo, Michael Laudrup abrió el marcador con su fútbol prodigioso...

CUATRO POSTES

'O Baixinho' Romario remató dos veces a los postes, la primera vez en el minuto 1 de juego; también Txiki Begiristain se topó con la madera (37') y Pep Guardiola, en el colmo de la desgracia, envió un chut a la madera (61') que botó dentro de la portería y se convirtió en un gol fantasma no concedido.

También el Dinamo tuvo su oportunidad, porque Leonenko remató a la cepa del poste en el minuto 56'. De marcar, habría cambiado el curso del encuentro. Quizás su compañero Dmytro Toptchiev resumió lo que sucedió aquella noche en el Camp Nou: "Nos han enseñado jugar a fútbol. Sin duda, son los mejores. Laudrup ha estado excelente".

Tras tumbar al Dinamo Kiev, el Barça siguió adelante en la Champions superando a Austria Viena (octavos), Mónaco, Spartak Moscú y y Galatasaray (Liguilla de cuartos) y Mónaco (semifinales) hasta caer derrotado estrepitosamente en la final de Atenas frente al AC Milan (4-0). Un triste final para un equipo legendario que de la mano de Johan Cruyff revolucionó el fútbol en los años noventa.