Los datos que confirman que Frenkie debe ser el nuevo pivote

La exhibición de Frenkie de Jong en la demarcación de centrocampista posicional fue, sin ninguna duda, una de las mejores noticias del Barça-Villarreal en clave azulgrana. El neerlandés superó las expectativas, se desenvolvió con naturalidad y personalidad en una posición extremadamente complicada en el ecosistema culé y demostró que Sergio Busquets no es tan indispensable como se pensaba cuando finalizó el mercado de fichajes de verano y el equipo de Xavi no tenía a ningún otro 'especialista' en el pivote.

Los números del '21' contra el 'submarino amarillo' hablan por sí solos. En los 70 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, De Jong intervino 93 veces, completó 75/79 pases (95%), desplazó dos balones en largo, regateó en dos ocasiones, efectuó una intercepción... y ganó los diez duelos que libró contra los futbolistas del Villarreal en la zona de medios. Su figura fue vital en la presión tras pérdida de un Barça que 'vivió' en campo contrario durante prácticamente todo el partido.

Que el centrocampista defensivo del cuadro barcelonista gane duelos es muy importante. Esta temporada, cuando Busquets ha superado la decena de disputas vencidas el Barça ha mostrado su mejor versión. Así fue, por ejemplo, en la visita al Allianz Arena (en la que, pese al mal resultado, la imagen culé fue convincente) y las goleadas ante el Sevilla (0-3) y el Cádiz (0-4). Si es capaz de dar continuidad a los números que registró contra el Villarreal, Frenkie ganará enteros como posible relevo generacional del capitán.