Crece la esperanza con Pedri

Las lágrimas de Pedri Rodríguez tras lesionarse en San Mamés poco a poco se han transformado en esperanza con el paso de los días. La lesión en el muslo derecho no reviste la gravedad que se temía inicalmente, y Pedri acabará la temporada disfrutando de su pasión: el fútbol.

El parte médico de Pedri

No se han estipulado plazos de manera oficial, pero todo apunta a que para mayo, el último mes de competición, estará preparado o incluso antes. Sin embargo, la prudencia mandará y Pedri solo volverá cuando, además del alta médica, tenga las sensaciones positivas para volver a jugar.

El futbolista está recuperando el ánimo, como el mismo comentó en las redes sociales, gracias al gran apoyo que está recibiendo. Además de los mensajes de los aficionados, Pedri ha visto como sus compañeros y el cuerpo técnico se han volcado con él.

El tinerfeño es una de las personas más queridas en el vestuario por su buen talante y excelente trato con todos los miembros del club. Pedri es una persona excepcional y que siempre está al servicio de los demás cuando han necesitado que les echara una mano.

La lesión le dolió a él, pero también al resto del equipo. Los jugadores saben el trabajo y sacrificio que ha hecho el tinerfeño para dejar atrás sus lesiones y se merece estar en su hábitat natural, el terreno de juego.

La selección, a su lado

Otro pilar básico en su carrera es la selección española. Y la Federación le ha respaldado desde el primer momento. El director de la selección, Albert Luque, se ha desplazado este miércoles a la Ciutat Esportiva para arroparle personalmente en nombre de Luis de la Fuente y todo el estamento federativo.

Un apoyo básico ya que Pedri no puede jugar con la Roja desde el Mundial de Qatar del 2022 y ahora se le abría la vuelta de reaparecer en los amistosos frente a Colombia y Brasil. Pedri deberá esperar, pero sabe que De la Fuente lo tiene muy presente.

Pedri es vital para la selección española. Su talento es diferencial y disputar la Eurocopa del 2024 en Alemania sería la mejor manera de cerrar una campaña con tantos inmerecidos percances.