Un 'Choco' de dulce quiere poner la puntilla a Koeman

Siendo apenas un adolescente de 18 años, Antony Rubén Lozano dejó su Honduras natal para cruzar el charco. Hacía un tiempo que destacaba en el Olimpia, uno de los clubes más conocidos del país centroamericano situado en la capital, Tegucigalpa. Los ojeadores del Valencia le echaron el ojo y el futbolista pasó a formar parte de la plantilla del Mestalla. De ahí se marchó cedido al Alcoyano, regresó a su club de origen y el verano de 2015 dio el salto definitivo.

El Tenerife apostaba por el hondureño y el atacante respondió con 10 goles y tres asistencias en lo que fue su despegue en España. A partir de ahí, recibió la llamada que todo jugador desea responder. La del Barça. Cuatro gol es en 20 partidos y apenas media temporada a las órdenes de Gerard López con el filial en Segunda A. El Girona se llevaría al futbolista en enero, pero ya en la máxima categoría el centroamericano no pudo apenas brillar. Apodado 'Choco' por su piel del color del cacao, Lozano tampoco rindió bien en su segunda campaña en Girona, en la que se consumó el descenso.

LA FELICIDAD EN CÁDIZ

Ahí le llegó la oportunidad del Cádiz. Vestido de amarillo, de nuevo en la categoría de plata, el hondureño explotó. Fue una de las piezas claves de Álvaro Cervera en el histórico regreso a Primera. Nueve goles y dos asistencias en 35 encuentros. "Me tuve que adaptar, porque aquí se trabaja con las ideas muy claras", comentaba en una entrevista a 'El Mundo'. "Fue un acierto venir aquí. Aquí hay un clima que ayuda. La afición te aprieta y exige retos. Sí, me ha ido bien tras un año muy complicado", añade.

En la temporada de la vuelta del club gaditano a la élite, el delantero siguió contando con la confianza de Cervera, el artífice del cambio en Cádiz. 31 partidos y tres tantos. Este curso afronta su tercer año en la 'Tacita de Plata', donde parece haber encontrado la felicidad y la madurez. En el choque de la última jornada ante el Celta se estrenó en Liga con el decisivo 0-1 y provocó un penalti que Salvi Sánchez marró y que el 'Pacha' Espino convirtió en el 0-2. Frente al Barça llega de dulce y con ganas de seguir demostrando que aquel joven imberbe que llegó a España con 18 años quiere dejar su sello.