Koeman: ¿se acabó la paciencia con el holandés?

El Barcelona hizo un partido bastante discreto ante un aspirante al descenso como el Granada empatando en el último minuto gracias a un gol de Araujo. Todos los focos apuntan a una destitución de Koeman.

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Ronald Koeman caminaba en la cuerda floja antes de jugar contra el Granada en la quinta jornada de Liga tras perder por 0-3 contra el Bayern de Múnich en el estreno en Champions League. Seis días después de la derrota ante los bávaros, las sensaciones no mejoraron en exceso en el Camp Nou tras un empate en el último minuto a un gol contra uno de los peores equipos de la categoría. Los culés ya ven escaparse a Real Madrid y Atlético, pero el problema no son los puntos sino la sensación de permanente vulnerabilidad de un equipo que parece no haber superado la salida de Leo Messi con destino al Paris Saint Germain.

El holandés, quien filtró a través de su entorno las duras conversaciones que mantuvo con el presidente Joan Laporta cuando este verano se negoció su continuidad, ha ido sumando contratiempos desde ese momento con decisiones controvertidas. La pérdida de estilo ante el Bayern, la pobreza de juego mostrada ante el Granada o su negativa a jugar con un 4-3-3 como el resto de equipos filiales culés han dejado a la directiva en una situación de máxima tensión para con su entrenador.

La mala noticia para Laporta es que no hay dinero para fichar a un técnico de máximo nivel, no se confía en los que vienen de la cantera y el favoritísimo Xavi Hernández no parece dispuesto a sentarse en un banquillo que asemeja más a una silla eléctrica que a una cómoda butaca. Laporta parece obligado a entenderse con Koeman, salvo que el Camp Nou dicte sentencia si el equipo continúa con esta peligrosa senda que hace perder a los culés su identidad como club. Ya saben, con los ideales no se negocia.

Pero Koeman no es el único culpable de una crisis que se extiende a todas las líneas. Ter Stegen no es el portero que salvaba puntos constantemente, la defensa es un coladera con el foco en la bisoñez de Eric García, en la medular Busquets parece viejo y agotado, mientras que en la delantera Luuk de Jong no ha cumplido con lo que se presupone a un delantero internacional. Las peticiones del técnico, pese a la irrupción efervescente de Memphis Depay, no han marcado ningún tipo de diferente en lo que va de temporada.

Las cartas están sobre la mesa y la situación de Koeman no puede ser más complicada. Hablamos de un técnico que virtualmente está destituido, pero que no saldrá hasta que Laporta encuentre a un sustituto de nivel. La situación evoca a la pareja que mantiene su relación a sabiendas de que romperán si aparece una chica o un chico mejor. Lo único evidente es que a este Barcelona no hay quién le reconozca y parte de culpa es de Koeman. ¿Cómo demonios no fueron capaces de remontarle al Granada?