Champions sin Messi

Leo Messi no estará en Budapest. Ronald Koeman le dio descanso, como a Ter Stegen y a Coutinho. El héroe de Wembley quiere fresco y en óptimas condiciones al rosarino en el Ramón de Carranza el sábado.

En la Liga los puntos ahora valen oro, de ahí que le haya ahorrado un desplazamiento, un partido y reencontrarse con algún fantasma del pasado: en la capital húngara, en agosto de 2005, en su debut como internacional absoluto con Argentina, Messi fue expulsado a los 40 segundos de saltar al terreno de juego. Un pecado de juventud...

Un Barça sin el ‘10’

En Champions League, no es una imagen que se haya repetido en muchas ocasiones por estar dispensado el astro del balón. De hecho, es la primera vez que Leo encadena dos partidos de esta competición sin jugar por decisión técnica: Dinamo de Kiev y, ahora, Ferencvaros. Otra cosa sería si habláramos de lesiones. Entonces sí hay precedentes de dos, tres y hasta cuatro partidos sin su concurso.

La primera vez que Messi paró para tener descanso en Champions fue con Frank Rijkaard en el banquillo. Dejó de jugar un Barça-Stuttgart que cerró la fase de grupos de la liguilla 2007-08. Pep Guardiola, en dos ocasiones, también descargó al crack de responsabilidades en un Barça-Shakhtar y un Barça-BATE Borisov, ambos de la sexta jornada de liguilla.

Pensando en el colectivo

La decisión de Koeman puede gustar o no, pero solo tiene una lectura: el bien del equipo. Así lo entiende Messi. El capitán siempre lo quiere jugar todo, pero sabe también que hay prioridades y que debe dosificarse, justamente, para que el colectivo sea el beneficado. Jugar hoy hubiera sido un desgaste innecesario para él estando ya el Barça en octavos, aunque no primero de grupo matemáticamente.

El once azulgrana, que ayer martes llegó sin Messi a la capital húngara, buscará hoy una victoria que le acerque al objetivo de finalizar la liguilla en lo más alto. Sin él, el equipo ofreció una gran imagen en Kiev, donde se impuso al Dinamo por un contundente 0-4.