Una celebración comedida sobre el césped de Riazor

David Boti

David Boti

Noche de celebración para el FC Barcelona en Riazor. El gol de Coutinho y los tres tantos de Leo Messi se celebraron con una enorme efusividad durante el partido por lo que suponían y cuando Ricardo de Burgos Bengoetxea decretó el final del choque ante el Deportivo se desató la alegría. Todo el primer equipo, incluido el cuerpo técnico, invadieron el terreno de juego para festejar la consecución de un nuevo título de Liga -ya van 25 en total- y, de paso, un nuevo doblete. La alegría invadió a los jugadores, que rápidamente lo celebraron con una tradicional piña y una 'sardana' sobre el césped del feudo coruñés. Titulares, suplentes y, por supuesto, los descartados. Todos juntos. Como algo más que un equipo.

Mención especial para Andrés Iniesta, sin duda, uno de los más emocionados durante la celebración. Esta Liga será su último título colectivo vistiendo la elástica blaugrana. El primer capitán acabó agradeciendo el apoyo a todos los aficionados culés que se desplazaron hasta A Coruña para ver, en primera persona, este nuevo éxito azulgrana y fue uno de los últimos en marcharse a los vestuarios. Por su parte, Ernesto Valverde, que se unió a los festejos tras consolar a Clarence Seedorf, les dejó todo el protagonismo a sus pupilos como ya hizo en la final de Copa.

No quisieron celebrarlo a lo grande a sabiendas de que el Deportivo había certificado, en su feudo, su descenso de categoría. Máximo respeto posible. Los blaugrana, eso sí, se marcharon con una sonrisa de oreja a oreja corroborando que han sido los mejores, de largo, en la competición que exige más regularidad. El equipo continuó la fiesta en el vestuario al grito de 'Campeones, campeones'. Las celebraciones oficiales las dejaron para la rúa que inundará este lunes las calles de Barcelona.