La cara de Messi en el banquillo

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El banquillo no es sitio para Leo Messi. El argentino fue víctima de las rotaciones y a Ernesto Valverde le salió mal el plan, pues los azulgranas se fueron al descanso con un juego insulso y cayendo ante el Athletic de Bilbao por 0-1.

Desde el banco, Messi presenció como De Marcos marcó para los rojiblancos en el minuto 41 y provocó el nerviosismo en el camp Nou.

Leo se sentó en el banquillo de suplentes  junto a dos integrantes del cuerpo técnico del del conjunto azulgrana, entre el doctor del equipo, Ricard Pruna, y el preparador de porteros, José ramón de la Fuente.

Su cara fue en todo momento de seriedad, se acarició la barbilla más de una vez y apenas dirigió palabra. No se siente cómodo en el banco, es como un león enjaulado fuera de su hábitat.

La prueba de que el experimento de dejar al mejor del mundo fuera del césped fue fallido es que solo empezar la segunda mitad, Leo Messi salió a calentar para intentar arreglar el desaguisado con su presencia. Las rotaciones se hicieron pensando en el partido de Champions League ante el Tottenham, pero es un lujo para el Barça actual no contar con la presencia de 'D10s'.