Así captó Jorge Mendes a su primer cliente

El agente luso suma 27 años gestionando carreras de jugadores y entrenadores

'Gestifute' lidera hoy el mundo de la representación en el fútbol

Mendes llega a Barcelona

Mendes llega a Barcelona / SPORT

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Hace años que Jorge Mendes se pasó el juego. Gestifute lleva una década consolidada en lo más alto del mundo de la representación. Pero todo imperio nace de una primera partícula, un primer paso. En el caso del agente luso, ese fue en 1996 en una discoteca. El resto es historia.

Cumplidos los 30 años, un emprendedor pero todavía ‘terrenal’ Mendes buscaba fórmulas para ampliar su poder adquisitivo. El lanzamiento de un videoclub en la localidad de Viana había sido un éxito, por lo que el portugués optó por abrir varios más.

Tras ponerse al frente de unos pisos turísticos, Jorge invirtió en una hamburguesería y paralelamente inauguró, junto a otros socios, una discoteca llamada Alfandega. Ese sería, sin él saberlo, el principio de todo.

Nuno Espirito Santo, un cliente por 'casualidad'

Con su local arrancando y cada vez con más popularidad, una noche apareció en él un joven de 22 años. De profesión, portero de fútbol. De nombre, Nuno Espirito Santo.

El entonces guardameta del Vitoria de Guimaraes repitió varias veces en la citada discoteca. La confianza entre Nuno y Mendes fue creciendo hasta el punto de que el arquero le confesó sus negociaciones para firmar por el Porto al año siguiente. Ambicioso, Jorge le aconsejó que no se precipitara, pues estaba convencido de que podía negociarle unas mejores condiciones.

Jorge cumplió con lo prometido

Nuno le dio un determinado tiempo de actuación a Mendes, que fue capaz de encontrarle una oferta superior en el Deportivo de la Coruña gracias los contactos que venía fortificando en los últimos años.

Ahí empezó todo. Nuno Espirito Santo se mostró muy agradecido y sería él mismo quien abriría nuevas puertas a Mendes. El ‘huracán’ ya no tendría freno y, hoy, 27 años después, Jorge Mendes es el mayor gigante en el mundo de la representación.

Su primer cliente, por cierto, sigue todavía con él. Ahora en Arabia Saudí, Espirito Santo entrena al Al-Ittihad, campeón de la última liga.