El Barça y Argentina exprimen a Messi
El Barça y Argentina están exprimiendo hasta la última gota del talento de Leo Messi en el arranque de la temporada 2017/18. El genio de Rosario regresó de las vacaciones de verano con las pilas bien cargadas y con más ganas de fútbol que nunca, y las pruebas son contundentes. Ha disputado todos los minutos de competición posibles como blaugrana y como albiceleste, aportando goles, asistencias y capacidad de desequilibrio.
La pretemporada no fue sencilla para el Barça por diferentes motivos, especialmente por la imprevista marcha de Neymar Junior. El fiasco ante el Real Madrid en la Supercopa de España incrementó la impresión de zozobra entre el barcelonismo pues parecía que el equipo de Ernesto Valverde estaba a años luz de la escuadra de Zinedine Zidane.
Ambición intacta
Pese a todo, Messi ha demostrado que su fútbol y su ambición deportiva permanecen intactos. Leo quiere luchar por los grandes títulos que se escaparon en la última temporada, clasificar a la ‘Albiceleste’ para el Mundial de Rusia 2018 y recuperar el trono de mejor jugador del mundo. Aunque haya tenido que acentuar su papel de líder indiscutible sobre el terreno de juego por la marcha de ‘Ney’ y el irregular estado de forma de Luis Suárez.
El debate sobre las rotaciones es un tema perenne en el Barça, también en la ‘era Valverde’; pero hace tiempo que nadie cuestiona la gestión de los minutos de juego de Leo. Cualquiera es consciente de que el equipo es mucho más poderoso con él sobre el terreno de juego; y ya se ha aceptado la fórmula que ha impuesto el rosarino, capaz de dosificar sus esfuerzos durante los partidos sin dejar de ser desequilibrante.
También en Argentina
También es ese su papel en Argentina, quizás de una manera más acentuada. Jorge Sampaoli ha armado su proyecto en torno al blaugrana que disputó al completo los dos complicados partidos de las Eliminatorias de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 de septiembre: frente a Uruguay (0-0) y contra Venezuela (1-1).
Messi ha disputado los 1.170 minutos de competición que el Barça y Argentina han disputado desde que la presente campaña levantó el telón. ‘D10S’ cogió las maletas para cruzar el Atlántico después de firmar un doblete y una asistencia en el partido frente a la UD Las Palmas (3-0). Jorge Sampaoli, seleccionador argentino, espera que en los decisivos partidos frente a Perú y Ecuador mantendrá su excelente nivel pues necesitan de su calidad y de sus goles para conseguir el pasaporte para la cita mundialista del próximo verano.
Por estrenar con Argentina
Leo no ha conseguido marcar en esta temporada enfundado en la camiseta argentina, pero en cambio mantiene un promedio excepcional con el Barça. Ha firmado tres dobletes contra la Juventus, el Alavés y la UD Las Palmas, un ‘hat trick’ frente al Espanyol y un histórico póker ante el Eibar.
En la Liga, Messi ha conseguido casi la mitad de los goles del Barça, 11 de 23, una eficacia que mantiene en la Champions, en la que ha firmado 2 de los 4 tantos del conjunto de Valverde. De hecho, Leo logró la única diana blaugrana en la Supercopa de España aunque fue la única que no sirvió para dar victorias o puntos a su equipo. En resumidas cuentas, ‘el 10’ ha aportado la mitad de los 28 goles del Barça en competición oficial, con un promedio ligeramente por encima del gol por encuentro.
Los límites
La pregunta que se pueden hacer muchos es si un inicio de temporada tan intenso puede penalizar a Leo en la recta final, cuando se decidan los títulos, pues nunca antes había disputado tantos minutos de manera consecutiva.
En la temporada 2014-15, la primera de Luis Enrique Martínez en el banquillo blaugrana, Messi jugó al completo los diez primeros partidos oficiales pero fue sustituido en el minuto 67.
El técnico asturiano intentó que el argentino se sumara a las rotaciones pero todo estalló tras la derrota frente a la Real Sociedad (1-0). Messi volvió a ‘gestionar’ sus minutos y el Barça firmó el segundo triplete de su historia.
Es evidente que la mera presencia de Messi en el terreno de juego no garantiza la victoria del Barça ni la conquista de títulos; pero si Leo es feliz, como dijo Josep Guardiola en su momento, el equipo está más cerca del triunfo. Una razón más para dar por bueno que Valverde y Sampaoli no le hayan hecho descansar hasta ahora en esta temporada.
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