Así es la cárcel de Ronaldinho

La Agrupación Especializada de la Policía Nacional es el centro penitenciario, en Asunción, capital de Paraguay, donde Ronaldinho Gaucho y su hermano Roberto de Assis están detenidos provisionalmente, por haber falsificado sus respectivos pasaportes y documentos de identidad paraguayos con los que accedieron al país sudamericano. Allí, es donde han pasado las tres últimas noches, y donde podrían llegar a estar hasta un plazo máximo de seis meses. 

Dentro de las circunstancias tan adversas, cabe señalar que los hermanos Assis Moreira han tenido mucha suerte al ser designados en una cárcel con unas características muy diferentes al sistema penitenciario paraguayo.

Sus instalaciones, que fueron diseñadas para ser un cuartel policial, fueron adaptadas para transformarlas en una cárcel de máxima seguridad. Su capacidad es de unos 200 detenidos, todos ellos con características ‘especiales’, que le impedirían estar en cárceles comunes.

La gran mayoría son policías condenados por diversos delitos, pero también hay políticos corruptos, empresarios que han realizados delitos de guante blanco, o la cúpula de organizaciones de narcotraficantes, algunos de ellos internacionales. 

Los dos hermanos Moreira están alojados en un área conocida como ‘cuadrilátero’ que antiguamente servía como dependencias para tareas administrativas. Allí, sin contacto con el resto de los detenidos, están los presos más VIPS.

Ronaldinho y su hermano ya han coincidido con Ramón González Daher, expresidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), que se encuentra acompañado de su hijo Fernando, acusado de un presunto delito de usura y blanqueo de dinero. También está el que fuera presidente de la Cámara de los Diputados, Miguel Cuevas, sobre el cual recae una acusación de enriquecimiento ilícito, declaración jurada falsa y tráfico de influencias. Tanto González Daher como Cuevas están en prisión preventiva.

La Agrupación Especializada cuenta con unas dependencias realmente muy sencillas, en muchas celdas no hay ni siquiera una cama y los internos duermen en un colchón directamente en el suelo.

A pesar de ser todo muy precario, el centro no tiene nada que ver con las temibles e infrahumanas condiciones que hay en las prisiones de toda Latinoamérica, abarrotadas muchas veces por encima de su capacidad, peligrosísimas y bajo el control de organizaciones criminales.  

La prisión especial donde está Ronaldinho no está obligada a ofrecer alimentación a sus internos. Algunos cocinan en sus propias celdas, mientras que la gran mayoría optan por pedir comida fuera, que es lo que han hecho los hermanos Assis Moreira. La única comida del día que se ofrece es un pequeño desayuno, a base de café, leche y galletas. Varias fuentes han indicado que tanto Ronaldinho como Roberto lo han rechazado “amablemente”, para alimentarse con aquello que le trajeron sus abogados. 

Se sabe que los letrados han entrado en el centro con sábanas, mantas, ropas y con productos de higiene personal. Con autorización judicial es posible que los internos de esta cárcel puedan recibir colchones, ventiladores y televisores.

Más allá de sus abogados, Ronaldinho recibió  el domingo la primera visita externa: el exjugador  internacional Carlos Gamarra, ídolo local, y con una carrera de éxito en el fútbol brasileño.