Arthur encandila al Camp Nou

German Bona

German Bona

En el Barça no todo vale para ganar. Al menos, para la afición, tan exigente como sibarita en cuanto a gustos futbolísticos. El Camp Nou asistió con preocupación esta temporada a partidos en los que no se tuvo el control del juego... hasta que apareció Arthur en sus vidas. Y el 'flechazo' ha sido instantáneo. El brasileño lleva solo cuatro partidos consecutivos como titular y ya se ha convertido es un intocable. Ernesto Valverde lo experimentó el miércoles en sus propias carnes, cuando se le ocurrió sustituir al brasileño y se llevó una pitada de la grada. Después, en rueda de prensa, el técnico desveló que "tenía una sobrecarga y no quise arriesgar". Escuchó los silbidos y a buen seguro que no le gustaron. Pero es que la afición ya no concibe un once sin Arthur, y más desde la exhibición ante el Inter, la noche de su consagración.

Arthur Melo se lo ha ganado a pulso. Por su fútbol, que es innato, y también por su talante y actitud. Llegó sin hacer ruido, siempre con una sonrisa, sin una mala palabra cuando apenas jugaba y cuando le llegó la oportunidad, la supo aprovechar al máximo. El fútbol del Barça fluye con más facilidad desde que el brasileño ocupa un sitio en la sala de máquinas y en eso consiste su éxito, en conseguir que parezca sencillo lo que realmente es muy difícil de ejecutar, pues no todos los futbolistas saben qué hacer con el balón en los pies.

La afición del Barça se ha quedado prendada de Arthur, un futbolista capaz de pasar y pasar el balón sin que apenas se contabilicen pérdidas. La UEFA le detectó contra el Inter una precisión en el pase del 94 por ciento. Sobre todo, en Can Barça se le valora que sabe aunar calidad con sacrificio, siempre se ofrece al compañero y no se entretiene en fuegos de artificio. El gusto por el buen fútbol del Camp Nou ha encontrado en Arthur un rayo de esperanza. Y es que desde la marcha de Xavi y este verano de Iniesta, el juego de posesión había quedado en entredicho.

dos referentes

Arthur luce el '8' de Iniesta, pero tiene muchas más cosas de Xavi Hernández. La manera con la que esconde el balón y cómo sale de la presión de los contrarios con esa media vuelta que tanto se añoraba en el coliseo azulgrana. Quizás le falta todavía ser algo más atrevido, ver puerta y arriesgar con pases largos, pero ya ante el Inter se vio una voluntad de dar un paso adelante. Evidentemente, al de Goiania, a sus 22 años, le queda un largo camino por recorrer para ni siquiera acercarse a todo lo que aportó el egarense, pero no cabe duda que ha caído de pie ante la siempre crítica afición azulgrana. Incluso, mucho mejor que Xavi en su día, que en su condición de canterano tuvo que ofrecer muchos recitales antes de convencer a la parroquia del Camp Nou.

Arthur no ha 'mamado' de La Masia, pero lleva el 'ADN Barça' pegado a la piel, como si hubiera jugado toda la vida con la camiseta azulgrana. El seguidor lo ha percibido rápido, así como un carácter afable, pero a la vez, alejado de algunos estereotipos asociados a los brasileños. No es el caso, como tampoco el de Coutinho, Malcom o su gran amigo Rafinha, que le ha ayudado mucho en una meteórica integración. El centrocampista tiene una vida muy familiar, como se mostró recientemente en un reportaje de 'Barça TV', junto a sus padres y su hermano. Cuida al máximo la alimentación, con un cocinero personal, y su única obsesión es triunfar en el mundo del fútbol. Un futbolista que se hace querer y ya es idolatrado en el Camp Nou. Lo que algunos no consiguen en toda una carrera, él lo ha logrado en apenas unos meses. Por algo será.