Se abre la vía alemana para tomar el relevo de Xavi en el banquillo del Barça

La bomba lanzada por Xavi tras la última derrota contra el Villarreal (3-5) ha puesto en marcha el ventilador de las especulaciones. El técnico de Terrassa anunció que no continuará al término de la presente temporada, y los nombres de posibles sustitutos han empezado a florecer como los 'rovellons' en un otoño lluvioso.

Las quinielas proliferan. Y lo hacen desde todos los rincones del planeta. El Barça traspasa fronteras y el anuncio del adiós de Xavi se ha convertido en noticia de interés mundial. Tanto es así que desde Alemania ya se barajan dos nombres como candidatos a suceder al de Terrassa en el banquillo blaugrana.

Imanol Aguacil, un aspirante desde el cese de Koeman

El que podría contar con más posibilidades, según una información del periodista de Bild Christian Falk, es Hansi Flick, que está sin equipo desde el pasado mes de septiembre, cuando fue destituido de la selección de Alemania. Atendiendo a esta información, el de Heilderberg sería un viejo candidato del presidente del Barça, Joan Laporta, que le habría tanteado en 2021 para que se convirtiera en el sustituto de Ronald Koeman.

Flick se acababa de comprometer con la selección de Alemania para tomar el testigo de Joachim Low tras la Eurocopa de 2020, trasladada a 2021 por la pandemia, y no quiso romper su compromiso con la 'Mannschaft'. Meses después Laporta destituiría a Koeman y el elegido fue Xavi.

El segundo candidato de nacionalidad alemana es el actual entrenador del Bayern, Thomas Tuchel, que en una charla con aficionados no ha tenido reparos en mostrar su ilusión por entrenar algún día en la Liga.

El Bayern está viendo peligrar su hegemonía en la Bundesliga a manos del Bayer Leverkusen y el futuro de Tuchel está en el aire. El de Krumbach se ofreció al Barça a finales de 2022, cuando se encontraba sin equipo tras ser destituido del Chelsea y el Barça acababa de caer eliminado de la Champions League en la fase de grupos por segunda temporada consecutiva.

En aquel momento, el Barça mantuvo su confianza en Xavi y Tuchel acabó comprometiéndose con el Bayern poco después.