Abatimiento 'red' y poca fe en la remontada

Klopp: "Tenemos opciones, pero es el Barça"

Klopp mantiene las esperanzas de una posible remontada / Perform

Jordi Gil

Jordi Gil

El Liverpool vivió un duro viaje de regreso a Inglaterra. Los futbolistas mostraron en sus rostros y expresiones la dureza que significaba la derrota por 3-0 frente al Barça en la ida de la semifinal de la Champions League. Aunque públicamente no tiraron la toalla, se notaba que era un discurso hecho con la boca pequeña. Pocos creían tras el partido que la remontada era realmente posible.

Incluso el risueño Jürgen Klopp ya no mostraba la misma mueca poco antes de subirse al autocar rumbo al aeropuerto. Klopp desfiló muy serio ante los medios que esperaban en la zona mixta y únicamente se limitó a levantar el pulgar ante la pregunta de cómo estaba, pero sin tan siquiera girarse. No estaba el horno para bollos.

Salah, hundido

Uno de los futbolistas que se marchó más afectado fue Mohamed Salah. Con la mirada clavada al suelo, avanzó lentamente sin querer dar explicaciones sobre la derrota. Su fallo con la portería vacía que podía significar el 3-1 aún daba vueltas por su cabeza.

El experimentado Milner atendió a los medios ingleses, igual que el lateral Robertson. Quien mostró mayores tablas, sin embargo, fue el holandés Van Dijk. El considerado mejor jugador del año en la Premier Legue estuvo flemático y contestó a todo tipo de preguntas, tanto de los medios británicos como internacionales. Como no podía ser de otra manera, Leo Messi se llevó sus elogios y fue el encargado de difundir un mensaje de cierta esperanza.

Los brasileños y Alberto Moreno

Los brasileños Fabinho o Firmino mostraron un tono más desenfadado a la salida, incluso bromeando con sus compañeros, aunque tampoco les apetecía añadir nada más. Para todos ellos era difícil hablar de una hipotética remontada con un contundente 3-0 en contra.

El español Alberto Moreno aún lo encajó peor. Además de sufrir la derrota, vio un partido más como no entraba en los planes de Jürgen Klopp. Eso sí, el lateral se detuvo par dedicar unas palabras de ánimo a Iker Casillas. A la segunda pregunta se marchó y, muy serio, se disculpó: “Lo siento, no he jugado”.

La Premier, decisiva

El autobús del Liverpool abandonó el Camp Nou cerca de la media noche dejando una sensación de profundo abatimiento. Remontar un resultado tan adverso se presenta como una quimera y ni tan siquiera el efecto de Anfield Road parece posible para obrar el milagro. 

De todos modos, la sensación puede cambiar con el paso de los días y, sobre todo, puede ser clave el desenlace de la Premier League. Si los ‘reds’ consiguen otra proeza como sería desbancar al Manchester City, la ilusión podría renacer.