Cumbre por Karabatic

El martes pasado se reunieron en París representantes del PSG y del FC Barcelona. El motivo del encuentro: Nikola Karabatic, jugador con contrato en vigor en el equipo azulgrana hasta 2017 pero pretendido por la escuadra francesa para la próxima temporada.

El Barça ya ha dicho, por pasiva y por activa, que desearía que Karabatic siguiera en Barcelona. El club lo ha puesto todo de su parte para que Niko no se marche aunque parece que la oferta que llega desde Francia es demasiado tentadora. 

No ya únicamente por una cuestión económica –el club azulgrana estaba dispuesto a hacer un esfuerzo y aumentar su ficha e incluso traer también a su hermano Luka, liberado de su último año de contrato con el Aix en Provence, algo que también propuso desde el primer minuto el PSG– sino también porque están dispuestos a hacerle feliz con la incorporación del técnico Noka Serdarusic, que ya le dirigió en el Kiel y a quien el jugador considera como un segundo padre. Va a poder jugar en una Liga, la francesa, más competitiva que la Asobal y se quiere lanzar una campaña de potenciación del balonmano en Francia en la que el mejor jugador del mundo sería la estrella. Además, al central francés le gustaría concluir su carrera deportiva en su país. Y, por si fuera poco, a todos estos factores hay que añadir el juicio que le espera por las presuntas apuestas ilegales y se sospecha que podría llegarse a algún tipo de acuerdo si decide regresar a Francia. 

No hay todavía nada oficial. Ni el Barça ni el jugador se han pronunciado en público (aunque medios franceses apuntan que Nikola ya se lo habría comunicado a sus más allegados). Lo que está claro es que si el PSG está dispuesto a pagar los dos millones de cláusula de rescisión de Karabatic (más el IVA correspondiente), el FC Barcelona poco o nada podrá hacer.

Si no hay un enfrentamiento en Champions entre ambos equipos, el PSG (que empató en casa con el Veszprem) no tardará en comunicar la contratación de los Karabatic. En Francia lo dan por hecho.