El Barça, sin tiempo para lamentarse

El equipo de Carlos Ortega ya se centra en el duelo de mañana contra el Aalborg danés en la Champions League

Pese a perder de nuevo contra el Magdeburg en la Super Globe, el equipo demostró su gen ganador tras el descanso

Luka Cindric, durante el partido del Barça contra el Lomza Kielce

Luka Cindric, durante el partido del Barça contra el Lomza Kielce / @FCBhandbol

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En el balonmano de élite no hay tiempo para las lamentaciones. Bien lo sabe el Barça, que después de caer el domingo en la final de la Super Globe contra el SC Magdeburg (41-39), está obligado a cambiar inmediatamente de chip para preparar el partido de este miércoles en la pista del Aalborg danés. 

Un duelo crucial para el equipo de Carlos Ortega, que lidera en solitario el Grupo B de la Champions League con pleno de victorias tras cuatro jornadas. Su próximo rival marcha segundo con dos puntos menos y una sola derrota, por 28-30 contra el Lomza Kielce. La única derrota en lo que va de curso para el líder de la liga danesa y vigente campeón de la Supercopa de su país. En total, el Aalborg solo ha cedido un empate y una derrota en los 14 partidos oficiales que ha disputado esta temporada.

“Ahora hay que levantarse, la gente está tocada, han hecho un gran esfuerzo”, reconocía Ortega minutos después de perder la final. Pese a la decepción, el preparador malagueño insistió en la necesidad de pasar página de forma inmediata. “No tenemos tiempo para recuperar, porque nos vamos para Aalborg pronto. Hay que recuperarse rápido, porque esto es el deporte. En la carrera deportiva hay que saber que siempre acabarás cayendo, pero lo importante es levantarse rápido”, añadió el técnico del Barça.

Por mucho que, como sentenció en su día Sarunas Jasikevicius, las victorias morales no existan, lo cierto es que el conjunto azulgrana mereció más en la final contra el Magdeburg. Después de una primera parte para olvidar, en la que el campeón alemán atacó a placer (21-17) bajo la batuta del genial Omar Ingi Magnusson (12 goles) el Barça sacó a relucir el gen ganador cuando peor estaba la situación, 26-20 ya en la segunda parte.

Con un descomunal Emil Nielsen bajo palos, la mejoría defensiva impulsada por Aitor Ariño y la irrupción ofensiva de Aleix Gómez (10 goles), el Barça fue empató, perdonó varias oportunidades para completar la remontada y acabó forzando la prórroga (35-35).

“Cambiando al 5-1 y con Nielsen en portería hemos mejorado. Luego hemos tenido para ponernos por delante, con balones claros y hemos fallado. Además, hemos fallado cuatro penaltis”, reconoció Ortega. “El equipo se ha dejado la vida, y se ha decantado todo por los detalles”, añadió tras el 41-39. Un golpe de carácter y una experiencia que, a largo plazo, puede terminar siendo valiosa para un equipo que aspira a todo. La primera prueba, el Aalborg.