Historia SPORT

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Jabari Parker: el talento que ensombreció a Giannis Antetokounmpo

El alero estadounidense fue considerado como un talento generacional en su entrada a la NBA

Jabari Parker compitió con Giannis Antetokounmpo para liderar la franquicia de Milwaukee Bucks hacia nuevos horizontes

Jabari Parker y Giannis Antetokounmpo en Bucks

Jabari Parker y Giannis Antetokounmpo en Bucks / @Bucks

Nil Jaimejuan

Nil Jaimejuan

Jabari Parker ya es nuevo jugador del Barça de baloncesto, en lo que significará su primera aventura lejos de la NBA, una liga estadounidense en la que, hace poco menos de una década, entró bajo la etiqueta de 'talento generacional'. Jabari incluso puso en duda a Milwaukee Bucks sobre quién debía ser la cara de la franquicia: él o un tal Giannis Antetokounmpo.

Para ser elegido en el puesto 2 del Draft, tienes que tener un don sobrenatural para jugar al baloncesto, y eso era exactamente Parker cuando se le abrieron las puertas de la mejor liga del mundo. Le bastó un año en la universidad de Duke para demostrar que era uno de los mejores jugadores del país, con un físico abrumador al que se añadían habilidades innatas para la anotación. No era extraño que lo compararan con Carmelo Anthony, uno de los anotadores más efectivos del siglo en la NBA.

Su primera y única temporada en los 'Blue Devils' dejó unos registros de 19.1 puntos, 8.7 rebotes en 35 partidos, además de ganarse un hueco en el All-American y quedar en segundo puesto para la votación del Naismith College Player of the Year, que premia al mejor baloncestista universitario de Estados Unidos. La NBA llamó a sus puertas en mayo de 2014, con los Miluakee Bucks apostando por él en el segundo pick del Draft, dejando atrás a nombres como Joel Embiid, Aaron Gordon o Dante Exum.

Jabari Parker en el Draft de 2014

Jabari Parker en el Draft de 2014 / Jesse D. Garrabrant

En 2023 parece casi inverosímil, pero Jabari estaba destinado a quitarle el sitio a Giannis Antetokounmpo como jugador franquicia de Bucks. Ahora, uno busca suerte en el viejo continente, mientras que el otro es 2 veces MVP, campeón de la NBA, mejor jugador de las finales, y ya uno de los más grandes de la historia.

Jabari o Giannis, esa era la cuestión

La NBA es una liga dónde las jerarquías individuales imperan en los equipos. Todo el mundo sabe quién es el líder de una franquicia, y son los mismos entrenadores y General Managers los que toman acción al decidir el jugador que les llevará a la gloria. A mediados de la pasada década, en Milwaukee surgió un debate entre sus dos 'rising stars'.

A diferencia de Antetokounmpo, que entró a la NBA casi como un desconocido en el draft del 15', Jabari lo hizo a lo grande. El alero llegaba de la prestigiosa universidad de Duke, con el sello de calidad del legendario entrenador del equipo, Mike Krzyzewski, y su proyección era asombrosa. Un hombre capaz de anotar desde cualquier posición y con inteligencia para imponer su físico en el interior, donde hacía valer sus buenas dotes para finalizar.

El año rookie de Parker era más que notable hasta que se rompió los ligamentos de su rodilla, una mala suerte que le acompañaría toda su carrera, como ya todos sabemos. Solo jugó 25 partidos, pero sus 12.3 puntos ya le valieron para adelantar a Giannis, que en su primera campaña había firmado 6.8 puntos. En los despachos ya empezaban las dudas entre el norteamericano y el griego, pero ambos apuntaban maneras como una de las mejores parejas de futuro en la NBA.

Jabari Parker y Antetokounmpo, juntos en Miluaukee Bucks durante un partido

Jabari Parker y Antetokounmpo, juntos en Miluaukee Bucks durante un partido / NBA

Jabari mejoró sus números en el segundo año, pero la explosión se produjo en el tercero. En la 16/17, el ex de Duke andaba promediando 20.1 puntos y 6.1 rebotes, campando a sus anchas en la Conferencia Este y multiplicando su capacidad anotadora en pista, que empezaba a rozar un nivel de All-Star. Fue en ese momento en el que la gerencia de Bucks dudó seriamente sobre cuál de sus dos jóvenes talentos debía amasar más balón y, por ende, asumir más obligaciones. Parker parecía tener un techo más alto, dadas las dificultades de 'Anteto' en el tiro, con unos paupérrimos porcentajes desde la línea de tres (27%).

Cuando la responsabilidad empezaba a crecer en los hombros de Jabari, en detrimento de su compañero, llegó otra vez la mala suerte en forma de lesión. El de Ilinois, el 9 de febrero de 2017, se volvió a desgarrar los ligamentos de la misma rodilla, lo que significaría un cambio por completo en su carrera en la NBA. Empezaba el inicio del final.

La estrella que nunca pudo ser

¿Qué hubiese sido de Jabari Parker de no ser por sus problemas en la rodilla? Nunca lo sabremos, por ese motivo es uno de los grandes misterios de la NBA este siglo. Los Bucks decidieron no ampliarle el contrato en 2018, y a partir de ahí empezó su nueva vida como 'trotamundos' de la liga. Bulls, Wizards, Hawks, Kings y Celtics fueron los equipos a los que representó hasta el 7 de enero de 2022, cuando la franquicia de Massachusetts optó por cortarle.

Jabari Parker en Boston Celtics

Jabari Parker en Boston Celtics / @CELTICS

Lo que podría haber sido un jugador generacional, se quedó en simplemente un sueño. Jabari era el prototipo perfecto de anotador capaz de liderar un equipo hasta las últimas rondas de playoff, con maestría para sumar puntos y con unos dotes atléticos que casan muy bien con los grandes de hoy en día. Parker no tenía nada que envidiar a los Anthony Edwards, Tatum o Jaylen Brown, que dominan en la NBA actual y miran al futuro con descaro.

El jugador de 28 años, con mucho baloncesto aún en sus manos, tratará de relanzar su carrera en Europa, de la mano de un Barça que necesita la figura de un líder tras la marcha de Nikola Mirotic rumbo a Milán. Si las lesiones respetan a Jabari y encuentra acomodo rápido en la Euroliga, podemos estar ante uno de los aleros más dominantes del continente, capaz de marcar la diferencia en momentos de máxima importancia. En el Palau Blaugrana no esperan menos de él, y ya se frotan las manos para verlo en cancha defendiendo sus colores.