Las cifras que desangraron al Barça en Madrid

"Otra vez hemos venido a jugar como un partido cualquiera y así no es, lo siento". La cara y las palabras de Jasikevicius una vez consumado el desastre lo decían todo. El Barça caía en el tercer partido, el primero en el WiZink Center, y se quedaba a un paso del 'KO'. El cuadro azulgrana se la había vuelto a pegar, desangrado por sus propios errores ante un rival especialista en penalizar cualquier tipo de debilidad.

Creyó el cuadro de Saras que tras lo sucedido en el segundo encuentro de este playoff, donde el equipo pareció resurgir tras un primer partido muy flojo, la serie de esta final iba a coger tintes azulgranas. Todo se igualaba de nuevo, pero la tercera contienda iba a servir para mandarle un nuevo mensaje: con lo exhibido hasta ahora no vale.

Ayer, en el WiZink Center, el Barça volvió a ser el del primer partido, aquel equipo atascado, sin ideas y sin energía para reaccionar que termina sucumbiendo ante un Madrid que siempre sabe cómo hincar el diente.

A los de Jasikevicius se les volvió a ver sin ritmo, fundidos ante un rival superior en lo físico que terminó 'comiéndoles' la moral en la segunda mitad. Ni un ápice de rebeldía azulgrana en el segundo tiempo, como si el destino ya hubiera apuntado la derrota. Tardar más de 3 minutos en anotar no ayudó tampoco. Todo fue muy cuesta arriba.

El conjunto blanco siempre tuvo una oportunidad más, una opción más para ver canasta ante un Barça incapaz de cerrar el rebote defensivo. Hasta 15 rebotes ofensivos capturó el Real Madrid, 11 de ellos en la primera mitad. La facilidad para dar segundas oportunidades y las 19 pérdidas terminaron lastrando cualquier opción azulgrana de buscar la remontada. Estas dos estadísticas definen por sí solas el partido del Barça en Madrid.

Además, y como viene sucediendo en los últimos encuentros, tampoco hubo acierto en el tiro, lo que eleva a un nivel superior el desastre azulgrana en el WiZink Center. Con sumas debilidades en defensa y poco contundente en ataque. Así se explica el naufragio que hace que el Barça penda de un hilo en estas finales del playoff de la Liga Endesa.