VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

Un viaje en eléctrico cuesta cinco veces menos

Casi la mitad de los españoles aún se muestra reticente a comprar un vehículo eléctrico o híbrido.

Aunque los coches eléctricos vayan, con el tiempo, ganando más y más adeptos, lo cierto es que el 43% de los españoles (según el IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente, realizado por Rastreator) todavía se muestra dubitativo ante el posible hecho de acabar comprando un vehículo híbrido o eléctrico. Sin embargo, si todos leyéramos este artículo, es muy probable que este porcentaje disminuyera en gran número, pues el ahorro es uno de los muchos beneficios que comporta este tipo de vehículos verdes. De hecho, la principal razón por la que los españoles no se deciden a comprar un híbrido o eléctrico es porque creen que son caros. Tras esta razón, también influye la consideración generalizada sobre la insuficiencia de la infraestructura y los puntos de recarga y la consideración de que este tipo de coches aún no tienen la autonomía requerida.

No obstante, es cierto que los eléctricos ya son una alternativa real y rentable para determinados usos. Ahora que los fabricantes trabajan para mejorar sus puntos más débiles como, por ejemplo, los costes de producción o los rangos de autonomía, la propuesta se está convirtiendo en una muy competitiva en comparación con las demás opciones que ofrece el mercado.

Todo depende del uso que des al coche. A nivel económico, de media, un eléctrico empieza a ser rentable con un mínimo de 15.000 kilómetros al año. Si bien es cierto que esto es ahora mismo algo imposible, pues la mayoría de usos de este tipo de vehículos son urbanos, también es verdad que cada vez existen más conductores que lo utilizan para desplazarse a su trabajo a otra localidad más o menos próxima, pudiéndole dar unos 20 o 30 kilómetros diarios.

Pero hablemos claro. El precio de un eléctrico puede rondar entre los 5.000 y 13.000 euros más que un vehículo convencional. Sin embargo, tiene otras ventajas económicas como subvenciones, exención del pago del impuesto de matriculación, aparcamiento gratuito en zonas de estacionamiento regulado y, sobre todo, ahorro en combustible. He aquí el quid de la cuestión. Recorrer 100 kilómetros con un eléctrico te costaría 1,20 euros, mientras que el coste en combustible sería de unos cinco o seis euros. Sin duda, el ahorro a largo plazo está asegurado.