Ford GT

Ford GT El regreso

La firma norteamericana recupera su deportivo de altos vuelos, ahora más potente y radical

ESPECTACULAR. La trasera es una de las partes más atractivas del GT.

ESPECTACULAR. La trasera es una de las partes más atractivas del GT.

FRANCESC BRANCHAT / Detroit

De 1966 a 1969, Ford reinó en las 24 Horas de Le Mans con el Ford GT40. Cuarenta años después de aquel lejano 1964 en el que inició el desarrollo del GT40, la marca del óvalo dio forma a un superdeportivo de calle. El Ford GT se vendió del 2004 al 2008, con algo más de 4.000 unidades en el mercado. Ahora regresa vestido con un traje mucho más sport y un motor todavía más potente.

El nuevo Ford GT tiene carrocería biplaza, tracción trasera y un motor de gasolina V6 Ecoboost de más de 600 CV. El propulsor, ubicado tras el habitáculo, es de 3,5 litros de cilindrada y está sobrealimentado mediante dos turbos. Deriva del empleado por Ford en la competición TUDOR United SportsCar Championship Series del año pasado.

La transmisión es automática de doble embrague, con siete marchas, que se eligen mediante las levas que están situadas detrás del volante. El Ford GT del 2004 llevaba un motor de mayor cilindrad y número de cilindros que el nuevo modelo, pero con una potencia menor: V8 de 5,4 litros y 558 CV.

El Ford GT cuenta con un chasis de fibra de carbono, material presente también en los paneles de la carrocería. Mientras, ciertas partes de los subchasis delantero y trasero están fabricadas de aluminio. Aunque aún no se ha revelado el peso total del nuevo superdeportivo, la firma norteamericana sí asegura que será uno de los modelos de producción en serie con mejor relación peso-potencia.

El diseño de la nueva generación del Ford GT es todo de líneas angulosas y aristas, con un capó que incluye dos grandes entradas de refrigeración, una línea de cintura muy alta y una trasera presidida por los grandes pilotos, la doble salida de escape centrada y alta, y el gran difusor en el paragolpes. El alerón posterior, también de generosas dimensiones, puede variar de altura e inclinación para mejorar el paso por curva en conducción deportiva. Las puertas tienen apertura ascendente, como en algunos Lamborghini.

 

SUSPENSIÓN EXCELENTE La propuesta más deportiva de Ford lleva suspensión adaptativa de tipo pushrod, que implica que el conjunto muelle-amortiguador vaya en posición casi horizontal, en lugar de la tradicional vertical, y una barra de torsión activa con tarado de compe-tición. El equipo de frenos está compuesto por unos discos de material carbocerámico, más ligeros y con menor tendencia a calentarse y perder eficacia en uso intensivo. Va asociado a unos neumáticos Michelin Pilot Super Sport Cup 2, diseñados específicamente para el GT, con llantas de aleación de 20 pulgadas.

El habitáculo rezuma deportividad por los cuatro costados, con piezas de fibra de carbono en salpicadero y consola central, un instrumentación mediante una pantalla digital configurable y un volante multifunción con infinidad de botones que permiten manejar desde el sistema multimedia hasta el programador de velocidad, los intermitentes o los limpiaparabrisas.

PARTE DEL CHASIS Una característica del interior del Ford GT es que la estructura de los asientos forma parte del chasis, lo que supone que no se pueden regular. Por eso, para lograr la mejor posición de conducción, hay que ajustar la distancia al conductor de pedales y volante.

Un conjunto redondo para un regreso por todo lo alto. En el 2016, coincidiendo con el 50º aniversario de la primera victoria del ciclo de triunfos en Le Mans, el Ford GT volverá a deslumbrar por las carreteras de medio mundo. Solo hay que esperar.