coches y niños

¿Cómo compro el coche perfecto para viajar con mis hijos?

Te damos algunos consejos para que tus viajes en familia sean de lo más placenteros.

Los niños muchas veces convierten el vehículo en un lugar para hacer vida.

Los niños muchas veces convierten el vehículo en un lugar para hacer vida. / CHRYSLER

Laerke Saura Birk

Ha llegado el día. Debes comprarte un coche nuevo para cumplir con una nueva necesidad, la de viajar con niños. Esta no es una tarea fácil, ya que buscamos lo mejor para nuestros pequeños, y ellos también esperan un coche con el que poder disfrutar de sus viajes.

No todos los coches son igual de buenos para llevar a nuestros hijos dentro, pero esto no significa que haya pocas opciones válidas. De hecho, no es que existan coches hechos expresamente para acoger a nuestros pequeños, pero sí que hay algunos que nos van a ir mejor que otros.

Recuerda que cada familia deberá decidir qué es lo que le conviene según sus características y necesidades. Te damos algunos consejos para que puedas orientar tu compra y planear unos viajes perfectos en familia.

1. ¿QUÉ TIPO DE COCHE QUIERO?

Esta pregunta deben hacérsela todos los conductores a la hora de comprar un coche, está claro. Pero existen opciones mejores y peores a la hora de hacer nuestra elección para viajar con niños.

En este caso, podríamos decir que podemos acotar la búsqueda a tres tipos de carrocerías. Muchas familias, por ejemplo, optan por un monovolumen, por el espacio que ofrecen. También sería viable comprar un sedan, por el mismo motivo.

Ahora, muchas familias han optado por sumarse a la moda SUV o 4x4, gracias al espacio y la versatilidad que ofrecen estos vehículos, aunque hay que recordar que la mayoría de estos cuentan con cinco plazas. Son útiles para las familias que suelen hacer muchas excursiones, ya que ofrecen la garantía de poder llegar a cualquier parte.

2. FÍJATE EN EL PRECIO

¿Cuánto estás dispuesto a gastarte? Lo mejor es poder contestar a esta pregunta antes de empezar a buscar. Ten en cuenta el precio de gastos extra como el seguro o el mantenimiento. Trata de ser realista, y no quieras comprarte un coche familiar por menos de 10.000€. Eso sí, tampoco hace falta pasarnos. Se pueden conseguir opciones muy buenas por precios más bien discretos. 

Pregunta también a alguna familia de confianza sobre su vehículo, qué tal les va, y si la ocasión lo permite, qué precio pagaron por él. Puede ser muy orientativo.

3. PIENSA EN TUS NECESIDADES

Para acotar el precio y ser realista, piensa en las necesidades que tienes. Por ejemplo, si tienes 4 hijos, es probable que necesites un coche de 7 plazas, y no de 5. ¿Vas a llevar también un perro? Entonces vas a necesitar un maletero grande, preferiblemente con anclajes. 

Y si no tienes nada de eso, ¿te gustaría tenerlo en un futuro? Piensa que, idealmente, tu coche va a durar unos cuantos años. Así que esta vez sí que vas a tener que contestar aquella incómoda pregunta de "¿cómo te ves en cinco años?" para hacer la compra adecuada.

4. CUENTA CON LA AYUDA DE TUS HIJOS

¿Por qué no divertirte con tus hijos comprándote un coche? Haz una pequeña lista de los modelos que has querido marcar como "finalistas" en tu elección, y, si tienen interés, compartelos con ellos. Muestrales fotos y diles que te ha gustado de cada uno.

Pregúntales también qué les gustaría a ellos: ¿una mesita para hacer dibujos? ¿Quieren que el coche sea alto para ver mejor por la ventana? ¿O quieren aprovechar los viajes para ver peliculas? Quizás te puedan ayudar a orientar la compra.

Recuérdales que la elección es tuya, pero que estás encantado/a de que quieran ayudarte. 

5. EL EQUIPAMIENTO TAMBIÉN ES CLAVE

Cuando hayas escogido un coche, tocará la parte de escoger un acabado y los extras que quieres incluir en el vehículo. Todo dependerá de los gustos de cada familia, pero lo que sí que recomendamos es que hagas una inversión en seguridad.

Como hemos dicho, existen opciones como reproductores DVD, mesillas... ¿Son buena idea? Dependerá, en gran medida, de la tendencia que tengan en marearse tus hijos. 

Olvídate también de las tapicerías de lujo. No van a darte más que sufrimiento.