5 ventajas de tener un coche viejo

Hace unos días hablamos del miedo contagioso ante la llegada de las medidas antipolución en las ciudades y lo que estas significan para los modelos ‘casi’ clásicos como los GTI de los 90. Al hilo nos planteamos alzarnos como defensores de los vehículos más experimentados de nuestro parque, repasando los motivos y beneficios de tener un coche viejo en nuestro garaje. La climatización, los asientos eléctricos, las pantallas multifunción y muchos otros detalles han llegado a nuestras vidas pero aún existen héroes que defienden su modelo vintage a toda costa, aquí una ayuda para sus discusiones familiares.

A LAS RALLADAS NO TEMERÁS

Un coche viejo (que no sea el capricho de tu adolescencia) te permite aparcar en los parkings públicos sin miedo a portazos, ralladas e incluso alguna que otra abolladura. No hace falta que busques el lugar más alejado o aparques entre dos coches bien nuevos por miedo a la tiranía de los más pequeños y descuidados.

¿LA GASOLINA? LA MÁS BARATA

Cuando estrenas coche, todo debe ser lo mejor. El mejor ambientador, el trapo más fino para limpiar la carrocería y la mejor gasolina para que el motor no sufra. Cuando tu coche ha superado la primera década ese último detalle (y los demás) pasan a ser nimiedades comparadas con el ahorro. Mucho se habla de los eficientes motores Euro 6 pero nada como los ‘mecheros’ para que tu bolsillo de adolescente u obrero no sufra las consecuencias.

TODO EL COCHE ES UN MALETERO

¡Qué no me toques el plastiquito! Grita un orgulloso propietario en el anuncio de Skoda Fabia. Durante los primeros días, meses y años el interior de un coche parece tapizado en oro y la obsesión por mantener a tus amigos a ralla se puede convertir en tu peor enemigo. ¿Para qué quieres un coche si no es para vivirlo? Sigue el anuncio. Pues eso mismo, un coche viejo se convierte en un maletero en sí mismo y al no temer a la suciedad puedes transportar 'casi' cualquier cosa.

REPARACIÓN A PRECIO DE GANGA

A no ser que se trate de un modelo único, casi extinguido, los modelos viejos cuentan con una ventaja sustancial. Sus recambios suelen ser más baratos que cualquier similar de un vehículo nuevo. Sus piezas las puedes encontrar en desguaces (hasta que lo prohíban) y repararlos es cosa de niños si eres un poco manitas.

MÁS KILÓMETROS, MISMO PRECIO

Compras un coche nuevo, sales del concesionario y has perdido dinero. Así funciona, con los coches nuevos no inviertes dinero. Eso sí, la devaluación tiene sus límites y si compras un modelo considerado viejo, de esos que se encuentran en el más triste olvido, lo sacarás por un precio realmente bajo así que dará igual los kilómetros que le hagas ya no podrá caer más. Si además tienes la suerte, el mercado se vuelve loco y decide darle protagonismo unos años más tarde, es posible que lo vendas por un precio mayor al que lo compraste. ¿Una ganga no crees?