Tariku Novales, el atleta sin edad que quiere ser el primer español en bajar de los 2.06 en maratón

El fondista gallego acude el domingo a Valencia con el firme objetivo de batir el récord de España

Ha estado dos meses concentrado en Etiopía, su país de origen, y sigue sin saber en qué año nació

Tariku Novales, tras lograr su mejor mnarca en Valencia hace solo un año

Tariku Novales, tras lograr su mejor mnarca en Valencia hace solo un año / EFE

Juan Carlos Álvarez

Valencia es hoy la tierra prometida del maratón en España. El sueño de muchos aficionados; el objetivo de buena parte de los profesionales. A orillas del Turia han creado una prueba repleta de atractivos para los deportistas: alto presupuesto, comodidad, liebres de primer nivel, una temperatura ideal para correr y un circuito vertiginoso. Un caramelo para gente como Tariku Novales que el domingo repetirá en las calles de Valencia la experiencia de hace un año cuando en un primer maratón “de verdad” (se había estrenado en Madrid meses antes con un resultado horrible por culpa de los problemas físicos) hizo un tiempo deslumbrante (2.07:18), la cuarta marca española de siempre pese a que días antes no sabía si correría por culpa de los problemas físicos que arrastraba. Valencia convenció al fondista gallego que había nacido para el maratón.

Doce meses después Tariku Novales regresa a Valencia. El domingo se alineará en una maratón en la que lleva un año entero pensando. Incluso su participación en agosto en el Mundial de Budapest, que para muchos suele ser el viaje final de una temporada, la planteó como parte de su entrenamiento para la carrera de este domingo. Porque Tariku tiene un plan y un par de objetivos cargados de ambición. El lucense, el chico que desconoce con exactitud su edad y que se instaló en Lugo en 2004 después de ser adoptado, quiere convertirse en Valencia en el primer español que baja de las dos horas y seis minutos en la distancia lo que supondría derribar el récord de España de Ayad Lamdassem ( 2:06:25) conseguido hace algo más de un año en el Maratón de Sevilla. Lograrlo supondría derribar una barrera histórica para el atletismo español y de paso le garantizaría un lugar en los Juegos Olímpicos de París en 2024, otro de sus objetivos inminentes.

Para conquistar esa cumbre, Novales ha seguido un plan muy similar al de hace doce meses cuando corrió por primera vez en Valencia. Afincado desde hace tiempo en Guadalajara, donde ha encontrado un excelente grupo de trabajo, el gallego volvió a repetir la experiencia de pasar una larga temporada en su Etiopía natal trabajando al lado de ese ejército de fondistas que hay en el altiplano africano. Allí donde escasea casi todo, pero sobran alicientes para los fondistas. Dos meses en Etiopía, un coste importante desde el punto de vista personal, pero también económico. Todo se da por bien empleado si el domingo corre en los ritmos para los que ha preparado el cuerpo. Tariku ya estuvo en África antes del Mundial de Budapest y en esta ocasión repitió con algún cambio: “Antes del Mundial se me hizo larga la estancia allí y no tenía muy claro volver...pero con lo que aprendo allí, la altitud, la alimentación, el grupo de altísimo nivel y el estar absolutamente centrado, me hizo volver para pasar incluso más tiempo. Allí llevo un régimen muy estricto y creo que no había mejor sitio” explica el gallego.

ENTRENAMIENTOS A 3.000 METROS DE ALTITUD

En Etiopía en esta ocasión ha descubierto que la respuesta de su cuerpo es cada vez mejor. En la anterior estancia corría unos 170 kilómetros a la semana, pero en esta ocasión ha llegado a picos de casi 250 kilómetros semanales. Lo mejor de todo es que “llego a ellos con sencillez, sin sentirme demasiado exigido, de un modo natural y eso es buena señal”. Después de su paso por África con sus entrenamientos incluso a 3.000 metros de altitud Tariku ya ha tenido tiempo de probarse en España en pista (a mil metros de altitud) para ver a qué ritmos es capaz de correr y en su entorno están realmente impresionados con su estado de forma. Todo ello ha disparado su ambición de cara a la maratón del domingo en Valencia y a la marca que en su cabeza resuena de forma insistente. Allí correrá al nivel del mar, donde tiene que explotar todo ese trabajo de altitud que ha hecho estos meses.

Para que nada falle, en busca de un “extra” que le pueda regalar unos cuantos segundos más el gallego también correrá con las famosas zapatillas de los quinientos euros (el precio al que salen al mercado). Calzará unas Adizero Adios Pro EVO 1, la zapatilla con la que este año por ejemplo se ha batido el récord del mundo de la distancia y que solo resisten cincuenta kilómetros. Zapatillas para una sola carrera con lo que para utilizarlas tiene que haber detrás alguien que cargue con esa parte del negocio. Adidas confía en Tariku y quiere poner a su servicio todo lo necesario para que en Valencia sea el protagonista de un día grande para el atletismo gallego. Tariku Novales nació para el maratón como el mismo proclama y el domingo quiere gritarlo más alto que nunca.