Dani Alves pretende librarse de 9 años de prisión con un tíquet de bebidas y una llamada: lo que ocurrirá en el juicio

Desde el pasado 20 de enero, Dani Alves permanece en el centro penitenciario de Brians 2 tras ser acusado de violar a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022. A pocos días de que de inicio el juicio que se celebrará en la Audiencia de Barcelona, del 5 al 7 de febrero, el exjugador prepara su estrategia de defensa.

En su escrito, el jugador brasileño alegará que había bebido alcohol esa noche y, por lo tanto, deja entrever que no era consciente de sus actos. Fuentes del entorno de Alves aseguran que la defensa solicita la absolución porque consideran que es inocente.

Joana Sanz declarará en el juicio de Dani Alves a propuesta de la defensa

Según las informaciones otorgadas por 'El Periódico de Catalunya' las abogadas del futbolista incluirán el estado de embriaguez como atenuante, como la de reparación del daño por la cantidad de 150.000 euros ya depositados en el juzgado por orden de la magistrada instructora para una eventual indemnización a la víctima. Ante el tribunal Alves mantendrá el argumento de que las relaciones fueron consentidas, y demandará el atenuante del alcohol.

El deportista ha cambiado la versión de los hechos en numerosas ocasiones, este es el quinto relato sobre lo sucedido en la noche del 30 de diciembre, y es la primera vez que el brasileño ha argumentado que bebió demasiado.

De entrada, el exjugador se enfrenta a una petición del fiscal de 9 años de presión por un delito de agresión sexual con penetración. La acusación particular, ejercida por la abogada Ester García en defensa de la víctima, reclama la pena máxima para Alves: 12 años.

La abogada del jugador, Inés Guardiola, continúa defendiendo la presunción de inocencia de Alves y solicita la absolución y detalla diversas alternativas para argumentar la exculpación. Con el atenuante de la embriaguez, el jugador dejaría la puerta abierta a la posibilidad de recibir una pena mínima de prisión.

Una medida mitigante ante un juicio que apunta a que el futbolista brasileño recibirá una sanción penal. Los relatos de Alves -que ya se elevan a cinco- se contradicen entre sí.

En su primera versión tras la denuncia de la joven, dijo que no la conocía (1), después en función de las pruebas que recopiló la investigación de los Mossos d'Esquadra cambió los hechos (2) afirmó que se encontraron en el baño y declaró que ella únicamente le había practicado una felación de forma consentida (3), después amplió y declaró que habían mantenido relaciones de forma consentida (4) y ahora matiza en que tuvieron sexo pero él estaba bajo los efectos de embriaguez (5).

Cinco versiones distintas que pretenden negar los cargos a los que se enfrenta: agresión sexual a una joven de 23 años. De cara a la corte, las distintas versiones no hacen más que perjudicar a Alves que no ha sido capaz de sostener un relato desde el principio.

El papel de Joana Sanz en el juicio: una llamada y un tíquet de bebidas

La defensa de Alves ha propuesto a, la modelo Joana Sanz, como una de las principales testigos para declarar en el jucio, quieren saber si el acusado tenía problemas con el alcohol habitualmente y si, una vez en prisión provisional, le había comunicado por teléfono que esa noche iba bebido y que no se acordaba de nada. El tribunal aceptó esta petición, por lo que la modelo deberá comparecer en el juicio que se inicia el 5 de febrero. Más allá de la versión que pueda dar Sanz, el jugador también aporta un tíquet de consumición de las bebidas.