Saltan chispas entre Froome y Aru

Froome se las tiene que ver con Aru y Bardet, dos escaladores muy agresivos

Froome se las tiene que ver con Aru y Bardet, dos escaladores muy agresivos / AFP

Agustí Bernaus

Ni respeto ni sintonía. Chris Froome, el líder del Tour, revisó las imágenes del ataque del italiano Fabio Aru en Mont du Chat, en la novena etapa, coincidiendo con su avería y, sin querer seccionar la yugular de nadie, recordó en la jornada de descanso que “entre nosotros hay una regla no escrita según la cual cuando el líder de una prueba sufre un problema de este tipo no se le ataca, ni nadie intenta sacar partido de la situación”. Dejó muy claro cuando está a punto de iniciarse la segunda semana de carrera, que entre ellos hay algo más que 18 segundos de diferencia. El francés Romain Bardet, tercero en discordia, tampoco está de acuerdo con la manera que tiene Astana de interpretar el ciclismo.     

Quizá porque la jornada de descanso se la pasó entrenando con sus compañeros de equipo por el Perigord mientras le caía toda el agua del mundo sobre sus espaldas. Quizá porque la fatiga también le está haciendo mella o porque sin Geraint Thomas a su lado tendrá que apechugar con una tensión suplementaria, el caso es que Froome agradeció el gesto de su exlugarteniente, Richie Porte, que parece ser que fue decisivo para frenar la acción de Aru.  Ayer llamó al australiano, ingresado en el hospital, para interesarse por su estado. También se disculpó con el italiano por el golpecito que le dio en la espalda cuando llegó a su altura tras neutralizar su ofensiva.

Froome y Sky inician la segunda semana de carrera sin los rivales que tenía marcados en la salida de Düsseldorf. Porte, fuera de carrera; Contador más allá de la barrera de los cinco minutos y Quintana, a dos minutos, dando alarmantes síntomas de flaqueza como el mismo reconocía en la rueda de prensa de ayer  - la frasecita ‘ ahora es más el querer que el poder’ se las trae -. En Colombia se agarran a un Rigoberto Urán, que está muy por encima de su rendimiento habitual,   para tener representatividad de podio en París. Froome se encuentra por primera vez con especialistas puros de  montaña como adversarios directos. O lo que es lo mismo, Aru y Bardet necesitarían obtener más de un par de minutos de ventaja en la montaña para tener alguna posibilidad en la contrarrelpoj de 22 Km. de Marsella de la penúltima etapa.

 El francés es un corredor valiente al estilo de Contador, pero con un equipo inferior al de Aru. Está molesto con Astana por el planteamiento del final de etapa de Chambéry y asegura que “después de tan solo nueve dias de compertición es prematuro hablar de podios porque nunca sabes lo que va a ocurrir”, pero tiene el convenciemiento de que la formación kazaja debe asumir la responsabilidad de intentar desbancar a Froome ya que cuenta con dos estiletes, Jacob Fuglsang, ganador del Dauphiné, y Aru, el gran triunfador en La Planche des Belles Filles. El italiano ha sido el único que ha conseguido escapar de las redes de Froome en la alta montaña.

En cualquier caso, ambos necesitan un Tour violento, de desgaste en los Pirineos, a partir del jueves, y letal en los Alpes con Croix de Fer, Galibier y el Izoard como traca final. Estos escenarios permiten convertir los segundos en  minutos y devolver a corredores aparentemente al borde del KO - como Nairo Quintana- al primer plano, siempre que sus fuerzas estén en consonancia con las exigencias de la ronda francesa