El auténtico líder es Mascherano, no Messi

Messi podrá ser el mejor jugador del mundo, el más determinante del planeta, el único capaz de decidir un partido en dos segundos aunque no intervenga más que en esas acciones, pero lo que no es, desde luego, es un líder de grupo, de esos tipos que en el campo y fuera de él aglutinan compromisos y motivan a sus compañeros. Leo es capitán de la selección argentina por la jerarquía que le otorga su condición de estrella mundial, pero entre sus muchas virtudes futbolísticas no está la de saber arengar, porque sus silencios son tan acusados como sus driblings imparables. Lo pudimos comprobar el pasado miércoles. Argentina y Holanda se iban a prórroga, se jugaban el pase a la final del Mundial de Brasil, y a la hora de motivar al grupo, ¿quién se erigió en el líder de la selección? Mascherano. Fue Javier quien habló, quién improvisó un discurso, quien gritó... Y llegados los penaltis, ¿quién cogió al portero argentino Romero y le dirigió palabras de confianza ante uno de los momentos más importantes en la historia del fútbol argentino? Otra vez Mascherano. No hace falta llevar brazalete para saber quién es el líder natural de un grupo de trabajo. Es aquel en quien el resto cree. Y Javier Mascherano, por derecho propio, se ha ganado esa consideración. El defensa del FC Barcelona ya fue alabado por Luis Enrique nada más firmar como entrenador. El técnico asturiano sabe que para tener un vestuario como Dios manda hacen falta jugadores como Mascherano...