Vinicius la lía en la final de Copa

El futbolista brasileño volvió a mostrar su mejor versión como extremo y la peor como profesional

Volvió loco a Moncayola, dio la asistencia del 1-0, lo protestó todo, se tiró buscando el engaño y vio la amarilla por protestar

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 2 - 1 Osasuna de la final de la Copa del Rey

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 2 - 1 Osasuna de la final de la Copa del Rey / RFEF

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Vinicius siempre es protagonista. Para lo bueno y para lo malo. La primera mitad de la final de Copa entre Real Madrid y Osasuna fue la mejor prueba de ello. El brasileño empezó como un cañón el encuentro, destrozando a su marcador, Jon Moncayola, cada vez que agarraba el balón en la banda. Y, sin embargo, parece que con su superioridad futbolística no tiene suficiente y acabó montando el lío... como siempre.

Todo lo que hizo Vinicius con el balón fue extraordinario. De hecho, sin duda fue el mejor futbolista de los blancos durante el primer tiempo en La Cartuja. A Moncayola le fue imposible parar al delantero, que se iba una y otra vez con facilidad. En una de ellas, llegó hasta la línea de fondo y cedió atrás para que Rodrygo anotara el primer gol del partido.

A partir de ahí, siguió siendo un puñal por la banda izquierda, exhibiendo clase y velocidad. Hasta que, otra vez, se le cruzaron los cables. Empezó echándose al césped buscando el penalti que no existió, una muestra habitual de su poca deportividad. David García se lo recriminó tocándole el pelo, lo que no gustó nada al madridista. El central, con una risa irónica, le pedía explicaciones por su piscinazo. Uno más. Sánchez Martínez tuvo que intervenir para frenar la discusión, aunque no amonestó a nadie.

Buscó la amarilla y la encontró

Siguió protestando cada vez que veía la ocasión las decisiones del colegiado. Hasta el punto de mostrarse muy beligerante con el colegiado murciano tras una falta no señalada de Juan Cruz sobre Rodrygo. Ahí se ganó la amarilla. Pero el espectáculo de Vinicius no acabó ahí. Cuando acabó el primer tiempo, aún tuvo tiempo de faltar el respeto a los suplentes de Osasuna. Ahí saltó Chimy Ávila, con el que se ensarzó en el túnel de vestuarios. Hasta Lucas Vázquez tuvo que pedirle al brasileño que se calmara, que se dedicara a jugar. La actitud de Vinicius fue lamentable.