Las Palmas saca los colores al Real Madrid

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Al Real Madrid, esta vez, no le sirvió un penalti por manos dudosas para ganar. No tuvo suficiente porque Las Palmas, que mereció sumar los tres puntos en el Bernabéu, dio una lección de fútbol a los blancos. Sí logró salvar un punto en el último minuto. Mal menor que no alcanzó para mantener el liderato, ahora blaugrana.

Zidane dibujó un once con dos grandes novedades, Isco y Morata, ambos imprescindibles como Gil Manzano para ganar en Villarreal el domingo. Premio para ellos, que deben demostrar en menos tiempo que muchos de sus compañeros, más mimados por su entrenador. Y la primera que tuvo el delantero, fue dentro. A centro de Bale. El único inconveniente, importante, es que había fuera de juego. Tan claro que era imposible hacer otra cosa que no fuera levantar el banderín. 

las palmas plantó cara

Las Palmas, pese al golpe inicial que no llegó a la mandíbula por poco, no se arrugó. Con su fútbol habitual de combinación también mostró sus cartas. Jesé, desde dentro del área, cedió atrás para que Roque Mesa enviara a las nubes. No habían pasado ni cinco minutos y el partido ya echaba chispas. Olía a partidazo. Dos buenas propuestas repartidas sobre el césped. 

gol de isco

Tocaba el turno de Isco. También en posición muy dudosa, aunque esta vez no se vio ningún banderín en la banda. El andaluz no quiso ser menos que su compañero habitual de banquillo y, tras recibir de Kroos y quedarse solo ante Javi Varas, definió sin inmutarse para hacer el 1-0. Antes de llegar a los diez minutos.

TANA DIO LA RÉPLICA

Pero tampoco se quedaron los blancos sin la respuesta canaria. Tana, en impresionante jugada personalfusiló a Keylor con un disparo violento y certero. Empate a uno en diez minutos. No solo olía a partidazo, lo era con todas sus letras. Tanto que volvió a marcar Morata, aunque esta vez no hubo gol anulado porque el fuera de juego le fue señalado antes. 

No había defensa, algo menos por parte de Las Palmas, pero no mucho más en el área del Madrid. Remató de cabeza Bale a centro de Carvajal y, a los pocos segundos, respondió Jesé con un disparo que acabó en córner. El delantero, cedido por el PSG, pidió penalti por un derribo de Carvajal en el área madridista. Fernández Borbalán ni parpadeó. Hubo un amago de tregua que se dio por acabada cuando volvió a arremeter el equipo de Zidane. Como siempre, hubo respuesta. Contragolpe liderado por Jesé, que dejó solo a Boateng ante Keylor. Su disparo, de primeras, fue muy defectuoso. 

ocasiones para los canarios

Volvió a tenerla Las Palmas, con un remate de cabeza de Aythami, sustituto del lesionado Bigas, que Sergio Ramos rechazó cuando el balón ya se colaba en la portería de Navas. El conjunto canario era un peligro constante en cada una de sus aventuras en ataque. Como el disparo de Jonathan Vieira desde fuera del área en el minuto 39. Tenía compañeros a ambos lados, pero optó por acabar la jugada. El balón salió alto.

Fue una primera mitad sin pausa, eléctrica, con un conjunto canario valiente que jugó sin red. Tanto que, volcado en ataque, a punto estuvo de rematar Morata un centro de Cristiano Ronaldo, desaparecido en combate todo el primer tiempo. Incluso se llevó los pitos del Bernabéu tras un disparo horroroso en un mal rechace de Aythami.

LOCURA DE BALE

Nada más reanudarse el partido, disparo desde lejos de Morata. Fácil para Varas. Mucho debía mejorar el Real Madrid para superar a los canarios, cuyo criterio con el balón nada tiene que envidiar a los equipos de jugones. Y, en cambio, se le puso el encuentro cuesta arriba cuando Bale, en una alienación mental transitoria, se autoexpulsó. Primero dio una patada a Viera que le costó la amarilla y, acto seguido, le empujó con violencia frente a Fernández Borbalán. Roja directa y a la calle. Toda la segunda mitad por delante. Pero las cosas siempre pueden empeorar.

Y lo hicieron. Mucho. Disparo de Tana en el área del Real Madrid que detuvo Sergio Ramos con los dos brazos, no ofreciendo ninguna coartada para que el árbitro evitara señalar el punto de penalti. Viera, pese a que Keylor tocó, hizo el segundo. El Bernabéu, en llamas. En ruinas cuando Prince, ganándole la espalda a Marcelo, superó la salida del meta blanco y marcó a puerta vacía. 1-3 y el Real Madrid con diez jugadores. Media hora por delante. El más difícil todavía. La envió al larguero Ramos (ni la suerte parecía estar del lado madridista) y respondió Las Palmas con un disparo de Boateng que rechazó como pudo Navas. 

OTRA VEZ MORATA

Y Morata volvió a marcar. Y, otra vez por fuera de juego, vio como el gol no subía al marcador. Zidane ordenó su salida del campo para que entrara Benzema. A ver si cambiaba la suerte. Pronto se dio cuenta el técnico francés de que iba a ser complicado darle la vuelta al calcetín. Benzema envió alto, solo desde el punto de penalti. También lo intentó Lucas Vázquez, aunque se estrelló en Varas. Pasaban los minutos y Las Palmas, cuando se hacían con el balón, lo movían con criterio y solvencia, obligando al Real Madrid a perseguir sombras. Y Keylor achicando agua, como en el disparo de Jesé que pudo ser el cuarto. 

PISCINERO CRISTIANO

Mientras, Cristiano Ronaldo, pitado de nuevo por su afición, vio la amarilla por un piscinazo ridículo en el área canaria. De vergüenza ajena. Lo probaba sin descanso y a la desesperada también Benzema, pero el gol seguía resistiéndosele a los blancos. Incluso los rebotes iban disfrazados de amarillo chillón. Hasta que Fernández Borbalán vio penalti en unas manos involuntarias de Dani Castellano. Cristiano no falló desde los once metros. Había partido. Y dos córners consecutivos. En el segundo marcó el portugués de nuevo. Otra vez la épica. La misma historia de siempre.