Harry Kane dispara al Tottenham

Harry Kane marcó los dos goles del Tottenham y suma nueve en cuatro partidos

Harry Kane marcó los dos goles del Tottenham y suma nueve en cuatro partidos / sport

Jordi Blanco

El Tottenham no va de farol y una semana después de aplastar al Stoke City superó con mayor comodidad de lo que mostró el marcador al Everton, agarrándose a la segunda plaza de la Premier y manteniendo la esperanza de dar caza a un Chelsea que, líder y único favorito de la competición, visitará este lunes al West Ham.

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Premier League

3
2
Alineaciones
Tottenham
Lloris, Eric Dier, Alderweireld, Vertonghen, Walker, Davies, Wanyama, Dembele (Winks 78'), Eriksen (Sissoko 87'), Dele Alli y Kane (Janssen 90') .
Everton
Joel Robles, Coleman, Williams, Funes Mori, Baines, Schneiderlin, Gana (Enner Valencia 81'), Barry (McCarthy 65'), Tom Davies (Mirallas 64'), Barkley y Lukaku.

El equipo de Pochettino disfruta y hace disfrutar. Apenas ha perdido uno de los nueve partidos de Liga jugados este año y sus siete victorias le convierten en el mayor animador de la parte alta. El Everton lo sufrió y sufrió especialmente a Kane, autor de los dos goles con que le derrotó para sumar nueve en los últimos cuatro partidos oficiales que ha disputado.

Un zambombazo sorprendente a los veinte minutos abrió el marcador y un regalo de Schneiderlin, a los once de la segunda parte, solventó el partido. Sin que los toffees hubieran dado señales de vida por el área de Lloris, los Spurs ya habían decidido un ganador que Lukaku quiso poner en duda en la recta final.

Y que convirtió el descuento en un festival enloquecido, con un gol por bando para ajustar un resultado que no mereció ser tal. Porque si un equipo mereció ganar, y cómodamente, no fue otro que el Tottenham.

Puede que los blues de Stamford Bridge tengan medio título en el bolsillo y es una realidad que el Manchester Unitedinvicto desde el 23 de octubre, acumula la mayor racha sin perder en la Premier... Pero el Tottenham de Pochettino desprende un sabor especial, a través de un fútbol muy particular que le convierte en una de las atracciones del torneo.

A la sombra de otros, el juego del Tottenham es de lo mejor de la Premier

Y que si el año pasado le convirtió en el único equipo capaz de plantar cara al milagroso Leicester, éste le mantiene en el primer plano enfrentado a los poderosos del campeonato y dispuesto a pelear hasta el último suspiro por hacerse un hueco entre esa aristocracia que se podría creer intocable de la Premier.

El Tottenham tiene fútbol... Y tiene a Harry Kane, un espigado delantero que llegó a los Spurs en edad alevín y a quien Pochettino rescató de la invisibilidad, después de acumular cesiones por LeytonMilwallNorwich Leicester (donde compartió más de una suplencia con Vardy).

El entrenador argentino decidió convertirle en su delantero de referencia y Kane se ha destacado como probablemente el mejor goleador inglés de los últimos años, sumando con el doblete de este domingo 83 goles en los 129 partidos que lleva bajo el mando de Poche.

Kane es el triunfo de Pochettino, quien le sacó del anonimato y le hizo estrella

Presióncombinaciónposiciónintensidadcalidad ambición. Ese podría ser el coctel para resumir la personalidad de este Tottenham capaz de plantar cara al City de Guardiola, el Arsenal de Wenger, el Liverpool de Klopp o el United de Mourinho. De hacerlo en el marcador y la clasificación... Pero también, lo que es digno del mayor elogio, a través del juego.

Al Everton se lo merendó casi de manera funcionarial, se diría que sin necesidad de apretar el acelerador y aprovechando primero un latigazo y después un obsequioKane, siempre a punto, anotó por partida doble, suma esos nueve goles en los últimos cuatro partidos oficiales y tiene disparado a un equipo en estado de felicidad.

Del Everton de Koeman apenas si hubo noticias. Baste con decir que no hizo intervenir a Lloris hasta los últimos diez minutos, con un Lukaku muy apagado hasta su gol y que se marchó de Londres ofreciendo una imagen decepcionante, solamente despierto en la recta final para evitar que el triunfo local tuviera la brillantez que mereció.