La Premier más dura

La Premier League ha adquirido competitividad de forma importante en una temporada. La llegada de Guardiola, Conte, el nuevo reto de Mourinho o el asentamiento de Klopp han sido cambios notables para una liga que, respecto a la pasada campaña, refleja un claro aumento de la dificultad a nivel de números.

Esta temporada ha llevado un aumento de los puntos realizados por los equipos de la zona alta de la tabla. El actual líder de la Premier, el Chelsea con 49 puntos, tiene seis puntos más que el primer clasificado de la anterior temporada con 20 partidos disputados: el Arsenal. El Leicester, de hecho, no era ni líder. Estaba en la segunda posición con 40 puntos, a dos del líder. Unas cifras que a día de hoy no le darían ni para estar en los cinco primeros. Y es que estar en el top-4, actualmente, está seis puntos más caro que antaño, cuando marcaba la frontera el Tottenham con 36.

El Manchester City de Guardiola, con 42 puntos, sería líder (igualado a puntos con el Arsenal) en la pasada edición de la Premier. Mejora en tres puntos las cifras de Pellegrini el pasado curso, pero aún así está un sitio más abajo en la clasificación. También ha mejorado el Manchester United a nivel de puntos, pero tampoco en la tabla. Mourinho, con 39, acumula seis puntos más que el equipo de Van Gaal pero está un sitio por debajo, en la sexta plaza. Con estas cifras, igualaría al tercero de la campaña 2015/2016.

El equipo más mejorado es, sin duda, el Chelsea. De estar perdidos en la posición número 14 de la tabla, a liderar la Premier con 26 puntos más. El Liverpool también ha mejorado sensiblemente, y este año tiene 14 puntos más de los que acumulaba un año atrás, cuando estaba relegado a la octava posición.

En la parte baja, en cambio, se necesitan menos puntos para estar fuera del descenso. El Newcastle marcaba el límite de la zona crítica con 17 puntos, mientras que este año lo hace el Sunderland de Moyes con 15.